¡Larga vida a la cinta!

El backup es un proceso ineludible en las organizaciones. De la adecuada protección de los datos corporativos depende no solo la continuidad de negocio, sino el cumplimiento de normativas obligatorias para poder realizar sus actividades.

Publicado el 06 May 2016

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Artículo escrito por Carlos Santaella, responsable de Sistemas y Comunicaciones de Orbit Consulting Group.

El crecimiento exponencial de la información y la exigencia de requisitos legales está llevando a muchas organizaciones a renovar sus recursos tecnológicos y estrategias de backup. A las opciones propietarias físicas tradicionales, equipos de almacenamiento de discos y cintas, se ha unido la posibilidad de contratar en la nube este servicio mediante el ‘alquiler’ de un espacio de almacenamiento determinado mediante el modelo de pago por uso.

Sin duda, a priori, las ventajas de las soluciones cloud computing son indiscutibles, sobre todo para las pymes. Les permite acceder a recursos tecnológicos de hardware y software que, anteriormente, solo podían disfrutar las grandes empresas, les libera de invertir en gastos y tiempo asociados al mantenimiento de estos, y la posibilidad de pagar solo por lo que se necesita facilita la previsión de costes y garantiza una infraestructura siempre ajustada, sin sobredimensionamientos.

Variables clave para analizar
Pero… a la hora de invertir en tecnología, como en cualquier otro activo corporativo, es fundamental, primero, analizar las necesidades de cada organización y, después, algo infalible: coger la calculadora y echar cuentas. Centrándonos en el backup, es crítico tener muy claro cuáles son las particularidades del negocio y sus requisitos normativos para valorar aspectos clave como el volumen de datos susceptibles de ser respaldados y sus previsiones de incremento, así como los tiempos de custodia; también, hay que establecer los valores de RTO y RPO a los que se aspira, los compromisos SLAs comprometidos, y prever el crecimiento en requerimientos de almacenamiento.

Y es justamente al estudiar estos condicionantes cuando muchas organizaciones se dan cuenta de que el modelo Cloud no resulta tan atractivo económicamente como suele presentarse, y optan por la adquisición de un soporte que muchos habían desterrado a la UCI del almacenamiento pero que todavía está muy vivo: las soluciones de cintas.

¿Por qué adquirir una solución en cinta?
La opción del Backup tradicional primero en disco y después en cinta, pese al entorno generalizado de euforia Cloud Computing, continúa siendo una propuesta satisfactoria para muchas de las empresas con las que trabajamos. Y lo es al contrastar situaciones concretas como, por ejemplo, lo que les costaría pagar 12 mensualidades de servicios gestionados en cloud, para un backup de unos 350 GB, y lo que supondría invertir en la compra de una solución de almacenamiento en cinta para cubrir esa capacidad. El resultado es prácticamente lo mismo, aproximadamente unos 3.000 euros.

A este coste, habría que añadir, en el caso de la opción cloud, el gasto mensual en la línea de ADSL o fibra óptica, que para asegurar un flujo de tráfico continuo y suficiente capacidad deberá ser de alta calidad. Sin olvidar las limitaciones de Backups diarios (solo hasta, aproximadamente, 2 TB) que imponen la mayoría de las opciones en la Nube, lo que imposibilita incluir entornos completos de máquinas virtuales.

Además, es fundamental afrontar que, año tras año, el volumen de datos irá aumentando y cada vez se necesitarán mayores requerimientos de almacenamiento. Eso en el modelo cloud se traduce en incremento de las cuotas mensuales de pago por uso. Ni que decir tiene la incidencia que esto tiene en organizaciones que, por su tipo de negocio, deben cumplir regulaciones que imponen plazos largos en la custodia de los datos, como en el caso de uno de nuestros clientes en el sector aeronáutico obligado a guardarlos hasta 30 años.

Todo es echar cuentas, pero hoy por hoy, tanto por coste como por facilidad de implementación, parece que ir incorporando cintas a las librerías según surjan las necesidades todavía resulta más rentable para entornos con previsiones de incrementos altos en el volumen de datos a respaldar y tiempos largos de retención.

Hacia entornos híbridos cloud-físicos
Este análisis no debe llevar a la conclusión de que las opciones de backup en cloud son incompatibles con las soluciones propietarias en cintas. Al contrario, ambos entornos tienen sus ventajas y lo más recomendable es combinarlas para aprovecharlas al máximo.

Lo importante es conocer las posibilidades de los dos modelos y las necesidades de cada negocio para utilizar en cada momento uno u otro. Es el caso de numerosas organizaciones que están llevando a cloud el backup de volúmenes concretos de datos, más críticos, con alta frecuencia de uso y recuperación, y dirigiendo a soluciones en cinta el resto del Backup corporativo, alcanzando así el equilibrio en costes y prestaciones deseado.

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Cristina López

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