Strategy&, la consultora estratégica de PwC, acaba de presentar el informe ‘Making 5G pay‘ en el que analiza la monetización de la próxima generación de redes móviles. Esta tecnología, que es 100 veces más rápida, y con 1.000 veces más capacidad que el 4G, dará lugar a redes con muchísima más capacidad y fiabilidad, que tendrán una latencia inferior, consumirán menos energía, y permitirán una conectividad masiva.
De acuerdo con la firma de análisis, en los próximos cuatro años, las empresas del sector invertirán enormes sumas -que llegarán, según el estudio, a los 57.000 millones de dólares– para construir una red de densidad mayor, añadir espectro y actualizar su equipamiento. Al hacerlo, pondrán mucho cuidado en no repetir los errores cometidos en el aterrizaje del 4G, en 2012.
El informe señala que aunque la llegada de este estándar catalizó la revolución en los servicios de datos, los operadores tuvieron que acudir al usuario final para poder generar beneficios adicionales y recuperar la fuerte inversión que habían realizado. Pero los consumidores no estaban ni están dispuestos a pagar más. De hecho, esperan que la tendencia inversa: tener más datos, más conectividad y más funcionalidades, y seguir pagando lo mismo. Esta es una de las razones por las que la rentabilidad de las acciones de las 39 ‘telecos’ más importantes del mundo ha ido a la zaga del mercado en los últimos tres años.
Otra de las conclusiones del estudio alude a que la próxima revolución en la infraestructura de comunicaciones aportará mucho más que velocidad: Como estas compañías compiten muy duramente por tener la mejor red, afrontan una gran presión para invertir en 5G de forma efectiva. Para asegurarse de que consiguen un retorno de sus inversiones, el documento describe con detalle las distintas oportunidades de monetización de las nuevas redes, más allá de ‘apretar’ al consumidor final por darle más datos.
De hecho, las redes 5G ofrecen mucho más que alta velocidad; pueden desbloquear nuevas vías de beneficios -abren la puerta a que las ‘telecos’ puedan competir en nuevos mercados y ofrecer nuevos servicios a consumidores gracias a su enorme ancho de banda, que permitirá aplicaciones de Realidad Virtual, Realidad Aumentada, comunicación a tiempo real, o IoT en el ámbito industrial, entre otros usos-, reducir costes -sobre todo, se reducirá de forma masiva el coste del GB– y mejorar la experiencia de usuario.