Viviane Reding, miembro de la Comisión Europea responsable de sociedad de la información y medios de comunicación, se reunió ayer con Reinaldo Rodríguez, presidente de la CMT, para intercambiar opiniones respecto a los temas de actualidad en el sector de las telecomunicaciones en Europa.
Los principales asuntos tratados en esta reunión fueron las redes de nueva generación, los mercados geográficos y la cooperación entre los reguladores nacionales y la Comisión Europea.
Rodríguez se pronunció sobre el problema de inseguridad jurídica que provoca una interferencia negativa de decisiones en base al derecho de la competencia sobre la regulación ex ante y abogó por «una mayor cooperación entre la Comisión Europea, en su papel de autoridad de competencia, y los reguladores nacionales, con el objetivo de dotar al sector de mayores garantías y certidumbre».
En este sentido, Viviane Reding remarcó la necesidad de que exista una competencia efectiva en el sector de las telecomunicaciones, donde todavía queda mucho por hacer, y señaló los roles complementarios que deben jugar las actuaciones ex ante y ex post para alcanzar este objetivo. Además la Comisaría señaló que «debemos asegurarnos de que exista una cooperación efectiva entre los reguladores nacionales y la Comisión y, por este motivo, en las recientes propuestas de reforma del sector de las telecomunicaciones presentadas el pasado martes se proponen importantes mejoras de los mecanismos de cooperación existentes, incluyendo una Autoridad europea del mercado de las telecomunicaciones».
Respecto al despliegue de redes de nueva generación en Europa, la Comisaría Reding declaró que el despliegue de redes de nueva generación se plantea como uno de los mayores desafíos del sector europeo de las telecomunicaciones. «Los datos muestran afirma Reding- que, a pesar de la evolución de la competencia en las redes troncales (core networks), el 90 por ciento de los consumidores europeos todavía depende de la infraestructura de los operadores históricos para sus conexiones fijas. Esta situación implica que allí donde la competencia en infraestructuras sigue siendo insuficiente, es esencial mantener una regulación ex ante en beneficio de los consumidores y de la economía europea». Según la comisaria, la regulación debe ser adaptada con el fin de reflejar los niveles de competencia de las diferentes zonas geográficas en Europa.