Gartner dice que en 2015, la mayor parte de las aplicaciones móviles recogerán y analizarán información relevante acerca de los usuarios, pero que, sin embargo, los responsables de TI no están considerando este aspecto y la repercusión que puede tener en sus infraestructuras.
Gartner también avanza que, en 2017, los wearable devices, dispositivos de acceso a Internet y a servicios online que se llevan llevar encima, como un reloj, una pulsera o unas gafas, acapararán el 50% de las interacciones con las aplicaciones móviles. A este respecto, Gartner aconseja a los responsables de TI atender a los datos procedentes de estos dispositivos.
Hasta la fecha, la mayoría de aplicaciones han sido desarrolladas para soportar interacciones típicas de un negocio B2C, como aquellas que usan información de localización del usuario para ofrecer información comercial relevante de la zona. Sin embargo, la información generadas por las apps no ha sido considerada hasta ahora como un activo de la empresa que deba ser integrado en su infraestructura TI, según Gartner.
Desde Gartner advierten que la línea entre un uso aceptable de los datos de los usuarios y uno que no lo sea es muy fina. En la recopilación de datos biométricos o de salud, que tienen la máxima protección en el ordenamiento legal, y que se hará a través de los wearable devices, pueden surgir problemas.
Esto deberá llevar a las grandes empresas a repensar su políticas de seguridad y almacenamiento de los datos y a revisar su infraestructura TI. En consecuencia, Gartner aconseja a las compañias controlar el flujo de datos que proviene de las aplicaciones móviles, controlar el acceso a estos datos dentro de la organización, controlar el uso que luego se le va a dar a esa información en otro momento y con otros objetivos.