Acens Cloudstage, el encuentro mensual que reúne a expertos tecnólogos para debatir sobre la temática cloud, abordó en su decimosexta edición el tema ‘Cloud y Start-ups’, donde se llegó a la conclusión de que la nube permite abordar la creación de una empresa y probar nuevos servicios al menor coste posible, con la seguridad y escalabilidad garantizadas.
En esta ocasión, Acens Cloudstage contó con la participación de Rodolfo Carpintier, experto en internet y emprendimiento y fundador de DAD, que expuso cómo la nube ha revolucionado el mundo de la creación de empresas. Para Carpintier, la nube “permite a la pequeña empresa escalar y tener sistemas de seguridad que normalmente no se podrían permitir. Tener todos los elementos necesarios al mínimo coste pero que le permiten crecer muy rápidamente”.
La nube supone una revolución que permite ser germen de un entorno emprendedor al permitir el lanzamiento de start-ups al menor coste posible, mayor redundancia, rapidez de acceso y tiempo de respuesta, y seguridad con un equipo profesional que de otro modo no podría tener una empresa pequeña.
Para Carpintier “sólo 1 de cada 100 empresas que se crean son viables, y si pensamos en start-ups que triunfen llegando a valer por encima de los 100 millones el número desciende hasta un 1 de cada 1.000”, según se expuso en este último Cloudstage. Si a esto unimos el hecho de que el 90% de los desarrollos de producto iniciales acaban en la basura, el porcentaje de éxito es mínimo, por lo que el coste de prueba ha sido hasta ahora una barrera en la creación de empresas superada gracias a la nube. Hace unos años, según Carpintier, la inversión media para la creación y consecución del éxito de una empresa habría alcanzado el millón de euros. Actualmente, el cloud permite, con inversiones de entre 20.000 y 50.000 euros en función del tipo, crear una empresa exitosa.
La nube en conjunción con el uso de redes sociales es un factor clave. Permite hablar directamente con los clientes y contrastar el producto mucho más rápido que hasta hace tan sólo unos años. En conclusión, el cloud permite a las start-ups ajustarse a las necesidades reales en cada momento en función del número de clientes o usuarios, evitando pagar una infraestructura mayor de lo necesario.