Yo comprendo que resulta algo pedante pronunciar aquello del ya te lo deca yo. Lo s, lo asumo y normalmente intento no caer en tan marisabidilla expresin. Pero claro, cuando una lee al presidente de la Asociacin Europea de Capital Riesgo afirmar que las firmas de capital riesgo perdieron en Espaa ms de 11 millones de euros en 2001 por sus inversiones en empresas tecnolgicas y puntocom una no puede evitar preguntarse si a este seor le sorprender tan evidente dato.
El presidente nos da adems la clave a tanta prdida el final de la burbuja tecnolgica. Y en ese punto s que, todos mis esfuerzos por resultar comprensiva se agotan y mi mente lanza un enorme Pero, cmo no se dieron cuenta? o lo que es peor todava, un enfadado Es lo que tiene la ambicin. Porque, no s ustedes pero yo recuerdo de mi tierna infancia el cuento aqul de la lechera, aquella pobre infeliz a la que de tanto soar con lo rica que iba a ser al vender la leche que llevaba en su cntaro, tropez y ni rica, ni sueos, ni leche. Y es que ms de una pista en esta carrera en la que muchos se dejaron la piel por llenar sus cntaros, y no de agua, sino de puro aire, yo creo que s haba. Eso s, la ambicin, como el soar, son eternos y seguro que en breve surgir una nueva burbuja a la que sacarle el aire.
