La razón de esta caída se debe a un retroceso en las ventas de microprocesadores y placas base, lo que ha provocado un decrecimiento de los ingresos en un 13 por ciento respecto al mismo trimestre del año anterior, hasta 8.009 millones de dólares (6.400 millones de euros). Por otro lado, la compañía esta reduciendo los precios de sus productos para hacer frente a la creciente competencia de ADM, su principal rival en el sector. Aun así, los beneficios de la empresa se ubican por encima de lo que esperaban los analistas de Wall Street.
El fabricante de componentes para ordenadores ha señalado que las ventas podrían recuperarse en el próximo trimestre gracias a sus nuevos modelos de procesadores, Intel Core, Intel titanium e Intel Xeon, cuyos lanzamientos han sido adelantados y ya se encuentran en fase de distribución.
El presidente de Intel, Paul Otellini, ha mostrado su confianza en el funcionamiento futuro de sus nuevos productos: «En el año 2006 vamos a ofrecer la línea de productos más sólida del sector, distribuyendo muchos de estos nuevos productos antes de lo estimado originalmente», ha dicho. Asimismo ha señalado que «nuestra microarquitectura Core se utiliza en los mejores microprocesadores del mundo para los PCs y los servidores en volumen, unos productos cuyo rendimiento y ahorro de energía están generando una respuesta sin precedente por parte del sector, generando la mayor cantidad de diseños de equipos en toda la historia de Intel».