Autor: José Ramón Riera, presidente de Grupo Ágora Solutions
Cuando una empresa decide expandirse, independientemente de su tamaño, entre otras cuestiones, debe analizar la rentabilidad que le supondrá el aumento esperado de sus beneficios, sin descuidar, por otra parte, el aumento de costes que supone su crecimiento, en términos de empleados, recursos, material, etcétera.
Una de las soluciones que lleva tiempo siendo de especial interés por las empresas que buscan este fin es la virtualización y, a nivel específico, el modelo cloud computing que logra ayudarles a reducir costes de forma relevante. Esta integración de servidor, aplicaciones y escritorio supone una simplificación de gestión que reporta un gran número de ventajas.
El ahorro de espacio junto con el ahorro energético que supone la implantación de este sistema en la nube favorece, la competitividad de la empresa a nivel de responsabilidad social, respetando el medioambiente, así como a nivel de productividad, pudiendo acceder fácilmente a la información, disponible 24 horas, desde distintos soportes, como ordenadores o móviles.
Todo esto se puede implantar sin ser necesario realizar grandes inversiones ya que, además, estas soluciones también se pueden utilizar en momentos puntuales en la actividad de una organización, pagando sólo por lo que se usa, como una especie de renting. Asimismo esta fórmula da la oportunidad de tener un acercamiento a este modelo y entrar en contacto con el entorno cloud y sumar experiencia en el caso en que el que, más tarde, se decidiese llevar a cabo de manera regular.
Para que todo esto pueda funcionar de la forma más eficiente posible, es necesario que la seguridad acompañe a todos estos nuevos cambios empresariales. Ya es sabido que de nada sirve crecer e innovar sin tener en cuenta una máxima seguridad en los procesos. Centrarse en el conglomerado de la virtualización empresarial e ignorar la seguridad del mismo puede acarrear inquietudes acerca de la protección de datos de la compañía. Por ello siempre es importante tener un buen asesoramiento acerca de todo esto: programas pilotos, coloquios que resuelvan sus dudas y le muestre el funcionamiento, servicios de atención al cliente, etcétera serán indispensables.
Por otro lado, además, la formación dirigida al capital humano es un factor clave ya que la incursión de la tecnología sin preparación del equipo de la empresa puede llegar a ser la mitad de provechoso.
En definitiva, cada vez son más las empresas que están optando por las ventajas que ofrece la virtualización en costes y competitividad y se espera que el número de éstas aumente de forma considerable en los próximos años, asentándose en los tres pilares de la virtualización: centralización, seguridad y buen asesoramiento.
