Marina Assir es socia fundadora de MassyPhone, la primera ‘startup’ española dedicada a los servicios de marketing a través de la popular aplicación de mensajería instantánea. En su opinión, WhatsApp está tan presente en la vida cotidiana de tantas personas que cualquier cambio importante puede suponer un duro revés para sus nuevos propietarios.
La primera gran noticia del año en el sector tecnológico ha sido la compra de WhatsApp por parte de Facebook por un valor de unos 19.000 millones de dólares (contando las compensaciones a los empleados y socios de la primera). “Ha sido una sorpresa para mucha gente, sobre todo porque el equipo de WhatsApp siempre ha hecho hincapié en su “independentismo”, y ha estado negando rumores de venta durante mucho tiempo”, comenta Marina Assir. “Además, las políticas de empresa son completamente distintas: Facebook se mueve por la publicidad, mientras que en WhatsApp han renegado de ello cada vez que ha tenido oportunidad. Así que la principal incógnita es cómo la empresa de Zuckerberg vaya a rentabilizar esta inversión, aunque ya valga más, como él mismo ha dicho”.
Para esta emprendedora, que ha puesto en marcha la primera plataforma que permite el envío de mensajes de marketing a través de la popular aplicación, “no hay duda de que la dirección de Facebook tiene planes para conseguir beneficios, porque hacer tal desembolso sólo “para ver que pasa” no es propio de una empresa que sabe muy bien lo que hace”. Aunque desde el primer momento los responsables de ambas enseñas han insistido en que la trayectoria de WhatsApp va a mantener el mismo rumbo que hasta el momento –incluyendo el reciente anuncio de la futura implementación de las llamadas de voz–, el ejemplo de Instagram da lugar a dudas.
“En este sector no siempre valen los planes de negocio y las previsiones, y el éxito puede llegar o no por un montón de variables que a día de hoy nadie conoce muy bien. A veces triunfan cosas que rallan lo absurdo, y otras veces, inversiones faraónicas y planes muy bien estudiados simplemente no salen”, opina Marina Assir, “esto mismo ya ha ocurrido en la mensajería instantánea: el propio WhatsApp ha triunfado con un concepto simple y básico, y sin invertir apenas en promoción; en comparación tenemos a Line, un competidor que se ha gastado millones en publicidad y que ofrece multitud de funciones pulidas al detalle, pero que no le ha servido para alcanzar una cuota de usuarios activos similar, y es una pena porque su aplicación y modelo de negocio son realmente buenos”.
Diversos medios destacan el valor que supone una base de datos de más de 300 millones de personas, el número de usuarios de WhatsApp, y que, al tratarse de empresas estadounidenses, estos se ven desamparados en cuanto a la protección de datos, de hecho una agencia alemana ha llamado al boicot hacia la aplicación por este motivo. Pero en opinión de Marina Assir, “WhatsApp está tan presente dentro de la cultura y la vida diaria de tanta gente que cualquier cambio va a ser difícil. Sólo hay que ver la cantidad de tuits de desesperación que se propagaron en el momento del reciente apagón de la aplicación”.
En palabras de esta emprendedora, “yo definiría la relación de las personas con WhatsApp de amor-odio: se le critica, se amenaza con dejarla, se habla de lo que falla, de la inseguridad, pero se cae el servicio un rato y ya no saben qué hacer con su vida. Tanto es, que parece que hasta el último usuario conoce los términos y condiciones de la aplicación, cosa que no creo que pase con ningún otro software en el mundo. Además”, prosigue “esta situación no tiene aspecto de que vaya a cambiar en breve; al menos si Telegram no se hubiera saturado esta semana con la caída de WhatsApp, habría tenido alguna posibilidad de robar un buen montón de usuarios y quizás mover un poco la balanza, pero el trasvase no ha sido permanente”.
MassyPhone es una ‘startup’ que se funda en 2012 y que, a través de su página web, permite mandar mensajes personalizados a cualquier número de teléfono que esté registrado con WhatsApp en cualquier lugar del mundo. No existen ni cargos iniciales, ni mensuales, ni de mantenimiento y se recibe un reporte de entrega de los teléfonos registrados por la plataforma. Estos mensajes no deben incluir contenidos ilegales y las listas de contactos deben ser legítimas de acuerdo con la ley.