Oesía ha sido la adjudicataria de un contrato para adaptar y modernizar los servicios de transporte de mercancías del Port de Barcelona. El proyecto tiene un valor de 1.600.000 de euros con un año de duración y una flota de camiones de más de 1.000 vehículos.
La Autoridad Portuaria de Barcelona, a través de su plataforma tecnológica Portic, ha confiado en Oesía como socio tecnológico para seguir avanzando hacia la meta del ‘puerto sin papeles’. A través de una solución a medida adaptada a las necesidades del Port de Barcelona, la consultora realizará el suministro e instalación de los equipos de comunicaciones en la flota de camiones de ALTC (Asociación Logística de Transporte de Contenedores) así como el control exhaustivo de la flota de camiones.
Desde estos equipos, instalados en las propias cabinas de los camiones e interconectados al sistema Portic, los conductores podrán enviar y recibir mensajes. De esta forma, podrán dar información a las empresas sobre la situación de los contenedores y recibir las comunicaciones necesarias para llevar a cabo los diferentes servicios de transportes que deban realizar. Esta instalación de equipos es una de las medidas contempladas en el Plan Proatrans, el Plan de Reestructuración y Ordenación de Acceso en el Transporte vinculado al Port de Barcelona.
Según se ha sabido, la colaboración de Oesía permitirá al Port de Barcelona aumentar la productividad y gestión de los servicios, así como reducir los costes y tiempos. Además, tendrá un mayor control de la posición de la flota en tiempo real y verá reducido el índice de errores gracias a los procesos de automatización.
Este proyecto que la Autoridad Portuaria de Barcelona ha otorgado a Oesía supone un paso más para lograr el ‘puerto sin papeles’, con el que se pretende lograr que todas las transacciones entre la comunidad logística portuaria de la ciudad condal se realicen por vía telemática. Esta iniciativa se inspira en el Plan Petra promovido por la Dirección General de Transportes por Carretera del Ministerio de Fomento cuyo objetivo pretende la adaptación de la Comunidad Logística a la legalidad vigente de libre competencia y libre mercado.
