A Sony Ericsson parece que por fin empiezan a irle bien las cosas. Tras dos ejercicios complicados, en los que la compañía ha trabajado duramente para asegurar la plena integración de las dos matrices, ahora, la sociedad conjunta, fruto de la alianza entre la firma nipona de electrónica de consumo y el fabricante sueco de telecomunicaciones, empieza a despegar.
Así, la filial española ha anunciado que, en el periodo comprendido entre enero y septiembre de 2003, ha aumentado sus ingresos en un 40 por ciento, hasta los 200 millones de euros. En lo que respecta al número de móviles vendidos, la compañía ha indicado que se ha incrementado en un 25 por ciento, hasta los 1,2 millones de terminales, en relación con los comercializados en el mismo periodo del año anterior. La filial española prevé cerrar el ejercicio con 1,5 millones de teléfonos móviles vendidos.
De cumplirse esta previsión, Sony Ericsson controlaría al cierre del ejercicio el 10 por ciento de mercado español, situándose a la par con Alcatel y por detrás de Nokia, Siemens y Motorola.