Tecnología punta para encarar el futuro

La compañía Silicon Graphics pone al servicio de las empresas más exigentes su gama de productos, compuesta por servidores, sistemas de visualización y soluciones de almacenamiento, dirigida a acometer proyectos a medida de elevados requerimientos.

Publicado el 11 Abr 2006

Immagine in primo piano per articolo con titolo: Tecnología punta para encarar el futuro

Hace 25 años un grupo de universitarios estadounidenses decidió mejorar los sistemas de extracción de gráficos por ordenador mediante la creación de un chip de silicio específico para ello. De la fusión de ambos conceptos surgió el nombre de la que hoy es la compañía Silicon Graphics.

Dicha tecnología supuso una revolución y, junto con Sun Microsystem, se desarrollaron las primeras estaciones de trabajo gráficas. Hollywood con los primeros efectos especiales- y Defensa mapas, simulaciones de vuelo, etc.- fueron los dos mercados que más influyeron en el desarrollo de SGI, ya que sus necesidades específicas exigieron a la empresa que desarrollara más productos alrededor del núcleo constituido por las estaciones de trabajo. En este sentido, el mercado militar requería que los simuladores fueran lo más parecidos a la realidad, «esto obligaba a que no hubiera discontinuidades, y que el sistema visual hiciera creer al piloto que se movía de verdad, lo que se conoce como tiempo real», explica Narcis Fornés, director comercial de Grandes Cuentas. Para ello se necesitaban sistemas con más de un procesador, «de hecho, fuimos una de las primeras empresas que trabajó con un sistema multiprocesador porque así lo exigió el mercado militar».

Por otro lado, y dado el tamaño de los ficheros manejados en estas aplicaciones, otra exigencia fue aumentar la capacidad de los procesadores, y utilizar un sistema operativo acorde con la nueva potencia. De todos estos requerimientos surge el modelo de negocio actual de Silicon Graphics.
Hoy día, la empresa se dirige a unos pocos mercados con tres áreas de negocio fundamentales: servidores, destinados a entornos donde se necesitan varios procesadores que trabajen al unísono en una o más tareas; almacenamiento, con sistemas de discos para grandes ficheros de terabytes, petabytes o incluso hexabytes; y sistemas de visualización, donde entra en acción todo lo que tiene que ver con gráficos y es la línea que deriva de los inicios.

En el caso de los servidores y los sistemas de visualización, Silicon Graphics trabaja con procesadores Itanium 2 de Intel y sistema operativo Linux de 64 bits. Todos estos productos están destinados a unos mercados «nicho» muy específicos. Según afirma Fornés, «por ahora el mercado principal de Silicon Graphics es el técnico, donde trabajamos con las universidades siempre dentro de las áreas que dan soporte a la investigación y no de aquellas que se encargan de atender las necesidades económicas de los departamentos. En el sector empresa, clientes importantes en España son, por ejemplo, todo el conglomerado Wolkswagen/SEAT, pero siempre en su vertiente técnica».

En lo que compete a los sistemas de visualización Silicon Graphics no pretende competir con los PC. «Sólo entramos en funcionamiento si un PC con su tarjeta resultan insuficientes, entonces interviene uno de nuestros equipos, dotados de más de un procesador y, aún másimportante, de una arquitectura interna de comunicación entre procesadores, que permite superar a productos en teoría iguales a los que ofrecen otros fabricantes», destaca Fornés.
Bajo el nombre de Altix, se incluyen las tres familias de servidores SGI: Altix 3000 junto al recién lanzado Altix 4000, pertenecientes a la gama alta; Altix 350 en la gama media y Altix 330 en representación de la gama más baja.

La característica fundamental de estos equipos es la arquitectura interna que permite unir varios procesadores para que trabajen a un tiempo sin reducir la velocidad de proceso. «En la gama más alta podemos hacer que, en una máquina de 512 procesadores, trabajen a la vez ya sean cinco, 20 o los 512 procesadores consiguiendo que el tiempo de ejecución sea el mismo» corrobora Fornés. Para ello es necesario también que solo haya una versión del sistema operativo presente en todo el conjunto, es la denominada «imagen» del sistema operativo y consigue reducir el tiempo de ejecución. «El resto de nuestros competidores solo son capaces de unir cuatro u ocho procesadores funcionando como un todo, para más capacidad se utilizan ya clusters. Nosotros también disponemos de clusters pero solo son necesarios si se van a utilizar más de 512 procesadores» puntualiza Narcis Fornés.

En lo que se refiere al modelo Altix 350, instalado en la Universidad Rey Juan Carlos (ver sección En la práctica), sus clientes potenciales se encuentran dentro de universidades y centros de investigación o empresas que necesitan cálculo como el sector aeroespacial, telecomunicaciones, automóviles, eléctricas, etc. Se puede adquirir desde dos hasta 32 procesadores y está destinado a un solo departamento dentro de la organización, no al centro completo. En palabras de Fornés, «esta es otra de las ventajas de nuestro sistema, ya que el cliente paga solo por los procesadores que necesita, y si hay que ampliar, el coste será del 50 por ciento o menos porque ya se ha pagado por el sistema operativo o discos básicos».

El segmento técnico al que se dirige Silicon es un mercado nicho para sus competidores, como puedan ser HP, Sun o IBM. Narcis Fornés afirma que «atacan nuestra área con distribuidores pero no tienen especialistas. No son competidores bis a bis, igual que nosotros no podemos competir en otros mercados». Al ser un sector reducido la comercialización que funciona es el «correveidile, como ocurre en el sector químico computacional». Eso sí, comenta Fornés, «cuesta convencer de porqué una máquina que tiene el mismo número de procesadores que otra, la misma cantidad de memoria, el mismo sistema operativo, va a ser mejor que la de otro competidor. Somos más caros y hay que justificar por qué merece la pena pagar un poco más. La manera de hacerlo es muy sencilla: les invitamos a probar sus aplicaciones con nuestras máquinas y ver la diferencia», y añade que «en la actualidad, a nivel departamental con Altix 350 y equipos similares estamos en el cien por cien de las universidades españolas que tienen departamentos de química o química y física».
El sistema de visualización consta de dos componentes: por un lado, la sala donde está el público o los científicos implicados en el proyecto, por otro, el equipo para tratar los gráficos virtuales. En el primer componente entran en juego los sistemas de visualización inmersivos, que son muy variados: PowerWall, Reality Center o Cave. Fornés describe como «mediante una tecnología llamada inmersiva y a través de unos sistemas de proyección especiales se generan imágenes sobre una «cueva» o «cubo». Sobre cada una de las cuatro caras se crea una sola imagen u holograma y mediante unas gafas adecuadas los usuarios pueden visualizar lo proyectado desde todos los ángulos posibles» describe Fornés. Suelen combinar alta resolución, proyección estereoscópica y gráficos tridimensionales.

Silicon Graphics proporciona la segunda parte del sistema de visualización, el equipo para trabajar dichos gráficos virtuales, formado por el servidor gráfico, «un servidor Silicon Graphic Prism con ocho tarjetas gráficas que atacan a cada cara del cubo en estéreo, de dos en dos para crear la sensación de relieve 3D»; y generalmente por un sistema de almacenamiento de varios terabytes. «Normalmente los sistemas gráfico y de almacenamiento siempre funcionan juntos, porque los proyectos visuales que acometemos requieren de ficheros muy grandes, si el fichero fuera pequeño, probablemente con un PC bastaría» corrobora el director comercial de Grandes Cuentas. Silicon cuenta con tres gamas de soluciones de almacenamiento: la gama baja, TP9100, que busca conseguir el menor coste por Gbyte, adecuada para datos temporales; la gama media (al que pertenece el modelo TP9300 instalado en la Rey Juan Carlos), donde se busca ante todo la seguridad y la información de los discos es redundante; y la gama alta, TP9700, donde además de la seguridad prima la velocidad. «Mientras que en el caso de los servidores Altix, y aún más en el caso de los motores gráficos, nuestro mercado es un mercado nicho, en el caso de los sistemas de almacenamiento tenemos mucha competencia. Pero nosotros nos hemos concentrado en ofrecer almacenamiento a nuestros clientes del sector técnico, con los que hablamos en su mismo lenguaje» precisa Fornés.

En España hay unas siete instalaciones con Silicon Graphic Prism (solución con apenas un año y medio de vida) y más de 50 con el equipo anterior, Onix. La primera se instaló hace diez años y consistía en un simulador de vuelo para entrenar a los pilotos del F18.
Junto a las necesidades crecientes del mercado, la renovación de equipos de Silicon Graphics está condicionada por la entrada en vigor el 9 de julio de una ley europea de residuos por la cual se va a impedir la entrada de productos que excedan los niveles de cadmio, plomo y otro tipo de metales establecidos en dicha normativa. «Nuestra gama actual no cumple con la legislación y estamos obligados a cambiar. El modelo Altix 4000, diseñado en los últimos dos años, contempla estos cambios y nos hemos adelantado en varios meses al mercado, pero ahora es necesario adaptar el resto de productos» adelanta Narcis Fornés. El servidor Altix 350 de la gama media es un derivado de su «hermano mayor», el Altix 3000 y se anuncia siempre a continuación. «Probablemente su sucesor llegue este mes de marzo para que en julio los clientes que adquieran nuestros equipos cumplan ya con la normativa vigente». El sistema de visualización Prism ha asistido recientemente a la aparición de un nuevo modelo parecido, derivado del Altix 4000, que incorpora tarjetas gráficas de nueva generación además de respetar los niveles permitidos.

¿Qué te ha parecido este artículo?

Tu opinión es importante para nosotros.

R
Redacción RedesTelecom

Artículos relacionados