La compañía española Telefónica y sus asociados italianos, los bancosIntesa Sanpaolo y Mediobanca, y la empresa aseguradora Assicurazioni Generali y la empresa Benetton, señalaron que era una inversión a largo plazo y que, por lo tanto, se apegaban al valor impreso de 8.836 millones de euros por la participación, que controlan a través de la sociedad holding Telco.
Dado que Telco no cotiza en la bolsa, no tiene la obligación de amortizar la participación, que efectivamente le da el control del ex monopolio estatal de las telecomunicaciones en Italia.
Actualmente, Telco está valuando las acciones de Telecom Italia en 2,695 euros cada una, pero el título se está cotizando cerca de los 1,134 euros, con un descuento de un 58 por ciento.
El presidente ejecutivo Franco Bernabe asumió el cargo a fines de 2007 y desveló en marzo un plan conservador para reducir las deudas y conseguir ahorros de costes. Dicha estrategia instó a su segundo mayor inversor, la familia Fossati, a opinar que una adquisición total por parte de Telefónica podría ser una mejor opción.
Bernabe, que debió recortar este mes las metas de resultados para 2008 tras los decepcionantes rendimientos en Brasil y Alemania, revisará los planes a fines de este año.