Los estafadores emplean diferentes estrategias para ganarse la confianza de sus víctimas. Una de las más frecuentes es simular una oferta de empleo a través de un robot o una llamada automatizada. Tras captar el interés del usuario, se solicita información personal o un pago inicial para continuar el proceso.
Otra modalidad habitual es la del “regalo sorpresa”. Un supuesto comercio contacta con la víctima para invitarla a una inauguración y ofrecerle un obsequio de valor. El falso operador aprovecha para pedir datos personales bajo pretextos variados.
También son comunes las falsas llamadas de operadoras, en las que los delincuentes informan de una subida de tarifas o de la cancelación del contrato. Con ello buscan que el cliente reaccione con prisa y facilite información privada o acepte un cambio de compañía sin verificar su autenticidad.
La suplantación de entidades bancarias es otra práctica extendida. Los estafadores pueden falsificar el número que aparece en la pantalla del teléfono o enviar mensajes con enlaces que imitan páginas oficiales. Su propósito es que la víctima acceda y entregue sus credenciales.
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La inteligencia artificial amplifica el riesgo
El uso de inteligencia artificial (IA) ha potenciado la eficacia de estas estafas. Gracias a herramientas generativas, los delincuentes pueden automatizar ataques a gran escala y personalizar los mensajes para que resulten más creíbles.
Una de las técnicas más preocupantes es el deepfake de voz o imagen, que permite imitar la voz de un familiar o crear videollamadas falsas. Este tipo de suplantación hace que el engaño sea más difícil de detectar.
Otra variante en crecimiento es el fraude wangiri, que consiste en realizar llamadas perdidas desde números internacionales. Si el usuario devuelve la llamada, es redirigido a líneas de tarificación especial que generan cargos elevados.
Cómo evitar ser víctima
Los expertos recomiendan desconfiar de las llamadas que piden actuar con urgencia, realizar pagos o instalar programas. Ante la duda, se debe contactar directamente con la empresa a través de sus canales oficiales.
También es importante no compartir contraseñas, códigos o datos bancarios por teléfono, SMS o aplicaciones de mensajería. Ninguna compañía legítima solicitará esa información.
En caso de sospecha, los clientes de Finetwork pueden comunicarse con la compañía a través de su página web, redes sociales o del teléfono gratuito 1777. Mantener la precaución es la mejor defensa ante el vishing.
