1NCE es el operador móvil virtual IoT de mayor crecimiento del mundo. En los dos últimos años ha triplicado sus ventas anuales, gestionando 40 millones de conexiones de sus 25.000 empresas cliente en 173 países. En España tiene múltiples proyectos relacionados con seguridad, luminarias… y del que están más orgullosos, el mayor proyecto de gestión de residuos urbanos de Europa.
Redes&Telecom ha entrevistado a Nicolás Martínez-Fresno, director global de Ventas y Marketing de 1NCE, para conocer cómo está marchando el mercado de la Internet de las cosas en nuestro país.
Como proveedor de conectividad IoT, ¿cómo está evolucionando el mercado en España?
España es una de las economías más activas y que más está tirando del mercado IoT a nivel europeo. De hecho, se espera que esta industria crezca entre el 17 y el 25% en Europa en los próximos 5 años.
Nuestro país está entre los líderes del continente con muchas iniciativas privadas y públicas en marcha, como los famosos PERTE. Está entrando mucho dinero para potenciar, por ejemplo, las smart cities. En este sentido, España es el país de Europa con más ciudades inteligentes. Según la lista de ciudades inteligentes de la Comisión Europea, lidera el ranking al aglutinar 21; Alemania, segunda, con 15; y Suecia, tercera, con 14. Una clasificación que incluye 194 urbes de 26 países de la UE (todos menos Chipre, que carece de municipios en la misma), Reino Unido, Suiza, Serbia y Turquía.
España es una de las economías más activas y que más está haciendo tirar del mercado IoT a nivel europeo
Además, España liderará el despliegue de balizas V16 en Europa, dispositivos con conexión IoT cuyo protocolo de funcionamiento ha sido definido por la DGT y que todos los coches deberán llevar obligatoriamente a partir del 1 de enero de 2026. Con 27 millones de vehículos funcionando, el gran reto será surtir con a todo este parque con estas soluciones con tan poco tiempo. Todo hace pensar que seguramente no estarán abastecidos…
También hay otras actividades que están impulsando el crecimiento de la Internet de las cosas en el país como los sectores de energía, utilities, salud o los edificios inteligentes.
¿Cuáles son los principales sectores que están demandando este tipo de soluciones?
Hay algunos verticales que están invirtiendo mucho como habilitadores de la transformación. Uno relacionado con las ciudades inteligentes como la construcción de municipios más sostenibles, que ahorren costes, energía… En esos casos se aplica la IoT en la gestión de red de suministro, de basuras… Es un sector en el que hay mucho foco.
Por otra parte, esta semana se está celebrando en Bilbao el Enlit, el evento más importante sobre sostenibilidad energética, y aquí están representadas todas las empresas implicadas en esta transición. Es un sector muy fuerte, hay mucha inversión y muchos PERTE orientados a la telemedida, gestión de energía, etc.
También en ciencias de la salud mediante la telemedicina y la monitorización remota que mejora la calidad de vida del paciente. Así como los smart building para la administración eficiente de edificios en base a la sensorización del entorno.
Asimismo, hay otras áreas más maduras que vienen apostando por la internet de las cosas desde hace años. Por ejemplo, todas las alarmas que están conectadas con un dispositivo de IoT. O los servicios de trazabilidad, de tracking y de geolocalización de los taxis, de las empresas de paquetería…
En pleno proceso de transición energética, ¿qué pueden aportar las soluciones IoT en esta migración?
IoT aporta toda la sensórica, la medición de las variables del entorno para permitir tomar decisiones y gastar en energía cuando sea necesario. Es un campo de trabajo donde la internet de las cosas y la inteligencia artificial trabajan conjuntamente. IoT es un elemento clave, el habilitador, la fuente de datos, los data lake para que toda esa información se procese.
Uno de los grandes retos que tiene el ámbito de la IoT es la seguridad, ¿cómo se está abordando este tema y qué herramientas está empleando una compañía como 1NCE para hacerle frente?
La seguridad en IoT es un elemento muy delicado. Lo primero que hay que diferenciar es si hablamos de casos de uso de consumo o de empresa. Tecnologías de comunicación para IoT hay de todo tipo y con diferentes escalas de seguridad. Como dispositivos de consumo que se pueden conectar por Bluetooth o por Wi-Fi, la seguridad es baja. Nosotros sólo trabajamos con casos de uso empresarial y abordamos la seguridad en tres niveles: la que aporta la propia tecnología, certificaciones y desarrollos en la plataforma.

Por una parte, la protección ya está en la red de transporte que empleamos que son las redes de telefonía móvil y la GSMA ya define que estas redes lleven un fuerte nivel de cifrado de comunicaciones móviles.
A ello se suma la propia SIM que ya acarrea unos niveles de seguridad importantes.
Y luego está lo que hemos hecho nosotros para mejorar esa seguridad. Desde que se fundó 1NCE en 2018 hemos configurado nuestros sistemas en base a las certificaciones de seguridad de los diferentes países en los que operamos, un requerimiento que nos exigen nuestros clientes de la Administración Pública. Y también están las que nuestro propio core aporta a los clientes. No sólo ofrecemos redes privadas y encriptadas de comunicación, también hemos implementado soluciones de autenticación de extremo a extremo. Si alguien quisiera cambiar la SIM y poner otra, el sistema lo detectaría.
¿Cuál es vuestra cifra de negocio en España? ¿Perspectivas para el próximo ejercicio?
1NCE se asentó en España a principios de 2021. Nuestro objetivo en menos de dos años es cerrar con más de un millón de conexiones.
A escala global la compañía crece entorno al 40%, gestionando 40 millones de conexiones de sus 25.000 empresas cliente en 173 países.
¿Cuáles son los principales proyectos o clientes que tenéis en España?
El más emblemático que tenemos y del que estamos más orgullosos es el mayor proyecto de gestión de residuos urbanos de Europa. 11.000 contenedores inteligentes de Madrid monitorizados para optimizar rutas de recogida y que permite ahorrar tiempo y costes.
También destacaría un proyecto en Málaga para conectar 40.000 contadores de agua y hacer frente a la creciente presión sobre su infraestructura hídrica que sufre la provincia debido al crecimiento de la población, el auge del turismo y el cambio climático.
Además, tenemos múltiples proyectos relacionados con seguridad, luminarias…
¿Cuántos sois en España?
Tenemos las funciones técnicas centralizadas en Alemania y Letonia, y en España somos 15 personas dedicadas a labores comerciales. Pero en total la compañía la conforman 300 personas que dan servicio a 25.000 clientes, gestionando 40 millones de conexiones y operando en 173 países.
Ofrecemos capacidad de escalabilidad internacional con una experiencia de cliente uniforme allá donde esté. En nuestro haber gestionamos el núcleo IoT en la nube más grande del planeta, de AWS.
Volviendo a la tecnología, ¿qué protocolo de conectividad está siendo el más popular en el ámbito de la Internet de las cosas?
Depende del cliente. En el mundo del consumidor hay muchas aplicaciones construidas sobre Bluetooth y Wi-Fi, más de proximidad. En el mundo de empresa -donde los rangos de actuación son más amplios superando kilómetros y donde buscan más seguridad-, y hay predominantemente dos: las redes LoRA, en las que las ciudades han invertido mucho, y las redes 2G y 3G.
Además de LoRA y redes 2G y 3G, una conectividad que empezará a popularizarse en el ámbito de la IoT son las redes satelitales
Y lo que está cambiando y va a cambiar su adopción son las redes satélites porque la GSMA ha implementado un protocolo que ha facilitado su conexión. Antes sólo podías elegir satélite o celular. Ahora no es así, si el dispositivo no se puede conectar a una red móvil, lo puede hacer en un satélite. Algo muy importante para lugares remotos con problemas de cobertura.
¿Pero se avecina un apagado de 2G y 3G, no?
El sector está buscando transicionar hacia 4G. Aunque no es una migración tanto para operadores como nosotros puesto que podemos adaptar la SIM, el tema está en el módem del dispositivo que sea compatible con las nuevas generaciones de redes móviles. Hacer un cambio de los dispositivos de campo y es el propietario el que tiene que hacer la transición. Al final apuran al máximo. Nosotros hacemos de faro, de portavoz, asesorándoles e informándoles de lo que se está ocurriendo, que se están apagando las redes 2G y 3G.
¿Qué tendencias en IoT ves para los próximos años? ¿La IA?
La IA va a ayudar a la adopción de IoT porque hay una interdependencia entre ambas. La inteligencia artificial tritura datos que produce la Internet de las cosas. Pero en general veo crecimiento en los sectores que hemos comentado.
Existe una interdependencia entre IA e IoT
El 50% de la población mundial viven en urbes y en breve serán dos tercios. O invierten en desarrollo sostenible o las ciudades van a ser inhabitables. Para ello deberán invertir en IoT o no alcanzarán los objetivos de sostenibilidad en cuanto a gestión de energía y edificios eficientes.
También va a crecer mucho la internet de las cosas en telemedicina, en cuanto haya menos trabas. El problema radica en la protección de datos, cómo resuelves dónde está la información. Esta información viaja por las redes de IoT, va por servidores…
Va a crecer mucho la IoT en smart cities y también en telemedicina, pero en cuanto se solucione el problema de la protección de datos
Y, por último, también crecerán las soluciones de consumo, no tanto de Wi-Fi o Bluetooth, sino las centradas en 5G.
Aunque habrá que ver en qué ámbitos y cómo invertirán las Administraciones en los próximos años…









