El desarrollo de los camiones autónomos se perfila como uno de los principales factores de transformación del transporte de mercancías a escala mundial. Diversos estudios estiman que su implantación permitirá ahorros de hasta el 30% en los costes de transporte, gracias a una mayor eficiencia en rutas, menor consumo energético y una utilización más intensiva de las flotas. Según un informe de McKinsey, el mercado global de camiones autónomos podría alcanzar los 552.000 millones de euros en 2035, con un crecimiento sostenido en la próxima década .
Este avance tecnológico no solo afecta a la operativa del transporte, sino también al conjunto del sector logístico y a los activos inmobiliarios asociados, que deberán adaptarse a un nuevo escenario marcado por la automatización, la digitalización y la sostenibilidad.
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Ahorro de costes y eficiencia operativa
Uno de los principales impactos de los camiones autónomos es la optimización de los itinerarios y la reducción de tiempos muertos. La posibilidad de operar de forma continua, sin las limitaciones asociadas a la conducción humana, permitirá que las flotas funcionen 24 horas al día, siete días a la semana, mejorando la productividad de los activos logísticos.
Esta mayor eficiencia también facilita la integración de vehículos eléctricos o de hidrógeno, al favorecer una conducción más estable y predecible, con menor consumo energético. En conjunto, estos factores refuerzan la capacidad del sector para reducir costes y avanzar hacia modelos de transporte con menores emisiones.
Cambios en los centros logísticos
La llegada de los camiones autónomos obligará a replantear el diseño de los centros logísticos. Las plataformas deberán incorporar nuevas infraestructuras, como puntos de carga rápida, sistemas automatizados de carga y descarga y soluciones digitales para la gestión del tráfico interno.
Esta evolución implica el paso de almacenes convencionales a plataformas logísticas más tecnificadas, capaces de integrarse con flotas autónomas y responder a un entorno cada vez más digitalizado. La adaptación de estos activos será clave para mantener la competitividad en un mercado en transformación.
Regulación y retos en España
Pese al avance tecnológico, el despliegue de los camiones autónomos en España avanza a un ritmo más lento debido a la falta de un marco regulatorio específico. Las normativas actuales limitan su circulación generalizada y plantean interrogantes sobre seguridad, responsabilidad civil e interoperabilidad.
La resolución de estos aspectos será determinante para que el sector logístico pueda aprovechar plenamente el potencial de esta tecnología. Mientras tanto, los operadores y propietarios de activos logísticos siguen de cerca su evolución, conscientes de que la automatización del transporte marcará el futuro del sector en los próximos años.








