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Qué es un coche conectado. Beneficios, presente y futuro



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Es un vehículo que tiene acceso a Internet y es capaz de enviar y recibir datos. La evolución de las redes 5G y el desarrollo de IoT son sus grandes motores. Tiene grandes ventajas, pero también inconvenientes. Descubre todo lo que tienes que saber del coche del futuro

Publicado el 30 abr 2025

Cristina Albarrán

Directora de Redes&Telecom



Qué es un coche conectado. Beneficios, presente y futuro
Qué es un coche conectado. Beneficios, presente y futuro

El sector de la movilidad está siendo uno de los campos de actividad donde el avance de las redes móviles está teniendo mayor proyección debido al potencial que aporta tanto a la seguridad vial, como al ahorro de costes y al cuidado del medio ambiente. Uno de los principales ejemplos de cómo la conectividad ha entrado de lleno en este segmento es el coche conectado.

En este artículo te contamos qué es, cuáles son sus beneficios y sus perspectivas de futuro.

En qué consisten los vehículos conectados

Lo primero de todo es saber que cuando se habla de coche conectado nos referimos a aquel vehículo que tiene acceso a Internet y es capaz de emitir y recibir datos. La evolución hacia la quinta generación de redes móviles (5G) y el desarrollo de la Internet de las Cosas se consideran como los principales motores para que la conectividad esté cada vez más presente en ciudades y carreteras de todo el mundo, y por lo tanto en todo tipo de vehículos. El objetivo es convertir a los coches en dispositivos conectados capaces de comunicarse con aquello que les rodea a través de la red.

A día de hoy, los vehículos más modernos -y podríamos decir que prácticamente el cien por cien de los nuevos modelos-, ya cuentan con conexión a Internet como una parte más del equipamiento, integrando de fábrica la tecnología necesaria. Aquellos que no disponen de esta instalación para conectarse, pueden comunicarse bien a través de un smartphone o a través de dispositivos que se instalan directamente al coche a través del puerto OBD (on board diagnostics). El dispositivo telemático actúa como núcleo de IoT que envía los datos de los vehículos a un servicio en la nube, donde el propietario del vehículo o el gestor de la flota pueden procesarlos y acceder a ellos.

Breve historia

El coche conectado tuvo su origen en la Fórmula 1 cuando se integró el primer ordenador a bordo en los coches de carreras de la escudería BMW. Años más tarde, ya a mediados de los 90, General Motors equipó a algunos de sus modelos una función de llamada de emergencia de forma que el vehículo podía detectar un accidente y llamar automáticamente al centro de emergencias más cercano.

Fue ya en el año 2000 cuando las señales GPS, que eran exclusivas del ejército, se empezaron a utilizar en aplicaciones comerciales y civiles. Y en 2001 se integró el diagnóstico remoto en los vehículos, lo que permitió a fabricantes de automóviles y propietarios de flotas verificar el funcionamiento del sistema y detectar fallos con celeridad.

En 2008 llegó al mercado el primer coche conpunto de acceso a internet y poco después, se introdujeron las aplicaciones móviles para coches conectados, con funciones como el cierre y la apertura de puertas.

Ya en 2014, Audi y General Motors implementaron de forma masiva puntos de acceso 4G LTE. Mientras que dos años más tarde, en 2016, Toyota se convirtió en el primer fabricante en introducir coches equipados con V2X. Eso sí, estos coches sólo se vendieron en Japón. Y en 2017 un fabricante europeo anunció la implementación de la tecnología V2X.

En 2020 se vendieron 30 millones de vehículos conectados nuevos y en 2021 entra en vigor la Ley de Conducción Autónoma en Alemania. De ahí en adelante -con pandemia y otras vicisitudes varias-, se han ido desarrollando tecnologías y herramientas que han ido evolucionando el concepto de coche conectado hasta nuestros días, avanzando a tal velocidad que ya se piensa en el vehículo autónomo.

Cómo funcionan los coches conectados: ejemplos actuales

Los coches conectados actuales están provistos de una serie de funcionalidades que suelen integrarse de fábrica:

  • Control de crucero adaptativo
  • Planificación automática de rutas en función de las condiciones en tiempo real
  • Tráfico desviado de la congestión
  • Actualización automática de la señalización vial, para informar sobre el tráfico o las condiciones
  • Comunicaciones a los conductores, notificándoles los lugares de colisión o los conductores que se equivocan de camino
  • Frenado automático del vehículo para evitar colisiones

Internamente, un vehículo conectado está diseñado para conectarse al smartphone del conductor o del pasajero, aumentando en gran medida la funcionalidad más allá de reproducir música o dirigir una llamada telefónica a través de los altavoces del coche. Hablamos de la posibilidad de encenderse o apagarse a través del terminal móvil, de compartir datos de diagnóstico del vehículo y recordar revisiones, localización en caso de robo mediante la compartición de ubicación, o hacer que el coche parpadee en el aparcamiento para que destaque.

Tipos de conectividad y de redes en los coches

Según el tipo de tecnología que incorporen los vehículos, se conectarán de una manera o de otra. Desde hace años algunas marcas comenzaron con un acceso a internet a través de Wi-Fi, para posteriormente, con el avance de la infraestructura móvil, pasar a ofrecer acceso a través de redes 4G y 5G.

El despliegue del 5G será crucial para el salto hacia una nueva movilidad conectada

De igual forma, la conectividad que ofrecen los smartphones está muy extendida por la familiaridad que hay con estos dispositivos: el uso de mapas y diseño de rutas según el estado del tráfico, la previsión meteorológica o las utilidades la geolocalización del móvil. Además, el teléfono móvil se conecta directamente a la red 4G o 5G en función de las posibilidades tanto del dispositivo como de la red disponible en la zona en la que se encuentre el coche.

Por último, el uso de los dispositivos que se adaptan al coche (y se “enchufan”) utilizan una conexión a internet por medio de Wi-Fi y se controlan a través de las apps desarrolladas específicamente para smartphone, por lo que la facilidad de uso está garantizada.

Los datos se recogen en tiempo real a través de los sensores o dispositivos instalados y se comunican a otros dispositivos a través de los distintos tipos de conectividad, Bluetooth, Wi-Fi o redes (4 y 5G). Con esos datos el conductor puede tomar decisiones relativas a la propia conducción, avisando de un peatón cercano o un cambio de carril inesperado, por ejemplo, o sobre la necesidad de llevar a cabo algún tipo de mantenimiento.

No obstante, las capacidades de los coches conectados pueden agruparse en varias categorías:

  • Telemática: seguimiento de la ubicación y actividad del vehículo, del comportamiento del conductor, del diagnóstico del estado del motor y de la batería del vehículo eléctrico.
  • Vehículo a todo (V2X): interacción con cualquier objeto en las proximidades del vehículo. Esta comunicación podría ser de vehículo a vehículo (V2V), de vehículo a peatón (V2P), de vehículo a red (V2N) o de vehículo a infraestructura (V2I). Es decir, comunicación bidireccional entre el automóvil, el conductor, otros vehículos y la infraestructura vial.
  • Infoentretenimiento en el vehículo: interacción con los ocupantes del vehículo. Esto incluye entretenimiento de audio y vídeo, así como sistemas de navegación.

Diferencia entre los coches conectados y los autónomos

Un error muy habitual cuando se habla de coches conectados es confundirlos con los coches autónomos. Ambos comparten una característica: utilizan la conexión a Internet. Así pues, el vehículo conectado es aquel que tiene la capacidad de recibir datos e información de una fuente externa y/o conectarse, por ejemplo, al teléfono de una persona y mediante el navegador del coche recalcular la ruta si hay tráfico. En general, la tecnología de los automóviles conectados se refiere a los avances en conectividad en los coches para comunicarse con su entorno (comunicación V2X).

El automóvil autónomo es el siguiente paso. No sólo se comunica con su entorno, sino que además tiene la capacidad de tomar decisiones sin necesidad de intervención humana. De hecho, no necesita conductor.

En otras palabras, el coche autónomo puede tomar decisiones de forma automática, gracias a la aplicación de la Inteligencia Artificial, mientras que el conectado facilita la toma de decisiones al conductor, cuya mediación sigue siendo necesaria.

El coche autónomo no necesita intervención humana.

Y será la tecnología 5G la destinada a hacer realidad el coche autónomo. Gracias a esta red, los coches pueden comunicarse entre sí y con la infraestructura que les rodea. Esto permitirá a los coches conectados compartir datos entre sí; comunicarse con los semáforos y las señales; intercambiar datos con peajes, aparcamientos o gasolineras… En un futuro las señales de tráfico podrían incluso desaparecer y nos acostumbraremos a recibir las indicaciones de la carretera en el propio vehículo.

Así pues, el coche conectado ya está entre nosotros. Una vez esté asentada la tecnología 5G y la comunicación V2X sea posible, pasaremos a otro nivel en el que los automóviles serán capaces de coordinarse entre sí para evitar atropellos, accidentes e incluso atascos…. Eso sí, los expertos sostienen que este tipo de vehículos altamente automatizados todavía necesitan años de pruebas antes de poder estar disponibles de manera generalizada para el público. Por el momento, muchos conductores pueden beneficiarse de la conectividad y la automatización básica, como el aparcamiento asistido en línea o el control de crucero adaptativo, por ejemplo. Y es que, los coches conectados generan millones de puntos de datos cada día, que pueden transferirse más rápido que nunca usando 5G. El seguimiento de los vehículos en tiempo real será aún más preciso, de manera que se mejorarán soluciones como los sistemas de asistencia avanzados para el conductor, que ayudan a los conductores a evitar el riesgo de colisión.

Beneficios de los coches conectados

Conociendo las principales características de los coches conectados podemos aventurar una serie de ventajas y beneficios de estos vehículos:

Reducción de siniestralidad

Desde que se lanzaron al mercado los primeros sistemas de emergencia en carretera e-Call y los más recientes NGeCall, la tecnología aplicada par a salvar vidas al volante ha avanzado considerablemente. Y es que, más del 90% de los accidentes automovilísticos son atribuibles a errores humanos. Apenas un 2% son consecuencia de fallos mecánicos. Teniendo en cuenta las aplicaciones que pueden ofrecer los coches conectados (detectar fatigas en los conductores, exceso de velocidad, posible colisión con otro vehículo, etcétera), no es de extrañar que una de sus principales ventajas sea la reducción de la siniestralidad.

El error humano está presente en el 90% de los accidentes de tráfico

Ahorrar costes en carretera

La tecnología V2X tiene el potencial de aumentar de manera significativa la seguridad en la carretera. Pero para que dicha tecnología contribuya a una conducción más segura, la cobertura móvil en las carreteras tiene que mejorar considerablemente.

Sostenibilidad

Con el coche conectado la sostenibilidad aumenta en tanto en cuanto brinda la posibilidad de compartir datos. En este sentido, los conductores tienen información sobre su manera de conducir para mejorar sus hábitos al volante, pueden evitar atascos y las ciudades pueden fomentar una movilidad sostenible gracias a la combinación de una movilidad multimodal: conocer con exactitud dónde hay plazas de aparcamiento libres o los horarios de los autobuses, ayudan a la reducción de las emisiones de CO2 producidas por los coches. Esto también ayuda a fomentar una movilidad optimizada, una gran ventaja para sectores como el logístico.

Reducir la siniestralidad y salvar vidas, ahorrar gastos y cuidar del medio ambiente son los beneficios más importantes del coche conectado

Optimización en la gestión de flotas

Las herramientas digitales y el software están ayudando a simplificar y agilizar la gestión del día a día operacional, no sólo porque se tiene una mayor conexión con el conductor, sino también porque el control sobre el vehículo es mayor ya que, gracias a estos instrumentos, se tiene una visión más clara y más completa del rendimiento de automóvil. Además, mediante plataformas para coches conectados de puede construir un portfolio de servicios configurado sobre la conectividad del vehículo e integrar información de diferentes fuentes. Con estos sistemas telemáticos se obtienen datos en tiempo real, se pueden localizar los coches, tener constancia de los hábitos de conducción o la detección de averías, mejorando el servicio de mantenimiento.

Inconvenientes y peligros del vehículo conectado

Uno de los mayores inconvenientes y peligros del vehículo conectado tiene que ver con la seguridad, tanto la física como la ciberseguridad.

Al convertir los coches en vehículos de infoentretenimiento que permite a los ocupantes del vehículo consultar el estado del tráfico en tiempo real, escuchar música en streaming, leer mensajes de texto, recibir o enviar llamadas, participar en redes sociales, navegar por internet, etc; el chófer corre el riesgo de tener distracciones al volante lo que puede acarrear sanciones económicas y retirada de puntos para quien comete ciertas infracciones y, lo que es aún peor, provocar o tener un accidente de tráfico.

Por otra parte, está la ciberseguridad, una las asignaturas pendientes por resolver en los coches conectados. Según el informe ANFAC del vehículo autónomo y conectado (julio 2023), España ocupa la posición 12ª a nivel global en lo que se refiere a avances en ciberseguridad, conectividad y velocidad de transmisión de datos, inversión en tecnologías de la información (TIC) y conectividad de las carreteras. No obstante, en este estudio se reconoce que todavía hay un margen de mejora importante en la seguridad de los softwares integrados en los vehículos, en el desarrollo de una red de conexión de transmisión de datos a alta velocidad y también una evolución en la internet de las cosas o la inteligencia artificial.

Y, evidentemente, si tu coche está conectado a Internet, tus datos, fotos e información sensible también lo están. Esto supone una amenaza de invasión de la privacidad, puesto que, al recopilarse datos detallados sobre la ubicación, hábitos de conducción y preferencias del usuario, podrían ser explotados sin el consentimiento pertinente o si se produjeran fallos en la seguridad de la información. Además, existe un claro riesgo de un ataque informático e incluso, se advierte del peligro de que un hacker pueda hacerse con el control del vehículo y manipular de forma remota el acelerador, el freno o el giro del volante.

Unido a la seguridad, otro aspecto a tener en cuenta es la dependencia tecnológica, ya que un fallo en los sistemas conectados podría afectar el rendimiento o la operatividad del vehículo como pérdidas de control en situaciones críticas o la interrupción de funciones esenciales.

Tampoco hay que olvidar que la legislación sobre protección de datos y el marco normativo que regula estas tecnologías está aún en desarrollo, lo que podría generar incertidumbres legales para fabricantes y consumidores.

Los vehículos conectados y el futuro: nuevas tecnologías

El futuro del coche conectado es una realidad. Gracias al impulso en el despliegue de redes 5G. Además, el sector está trabajando en el desarrollo de nuevas herramientas como los sistemas de reconocimiento facial o el de seguimiento de los ojos, que además favorecerá la detección de fatiga del conductor o incluso el uso de técnicas basadas en el eye tracking o sensores que monitorizan el ritmo cardíaco.

El coche conectado de los próximos años circulará por ciudades inteligentes de forma que, gracias al desarrollo de tecnologías como el big data, IoT o la IA harán posible la comunicación entre los vehículos con los elementos urbanos como los semáforos o los pasos de cebra. La infraestructura de apoyo a las iniciativas de smart cities y automóviles IoT, como los sistemas de transporte inteligentes (ITS), ayudará a que los sistemas de vehículos conectados alcancen todo su potencial. En la actualidad, estos despliegues utilizan sensores, cámaras y lectores RFID para supervisar las intersecciones y las carreteras con el fin de identificar los atascos, redirigir automáticamente el tráfico, reconocer las distancias a los distintos destinos y actualizar la señalización.


Respecto al vehículo conectado estas serán algunas de las tecnologías que impulsarán su desarrollo en el futuro:

Lector de huellas y llave digital

Los expertos apuntan que la tradicional llave para abrir y cerrar el coche tiene los días contados. De hecho, en la actualidad se pueden abrir los vehículos con una tarjeta gracias a la tecnología NFC; e incluso con el smartphone. El siguiente paso será abrirlo con nuestra huella dactilar.

Realidad aumentada en los navegadores

Otra innovación en la que se está trabajando en la definición del coche conectado del futuro es en la incorporación de la realidad aumentada para las indicaciones del navegador. Gracias a las cámaras de luz visible, infrarrojos, cámaras ToF 3D y sensores LIDAR, las indicaciones del navegador se proyectan sobre la carretera.

Nuevos sensores y detectores

Sensores como LIDAR (Laser Imaging Detection and Ranging) capaces de detectar obstáculos o problemas antes de que los veamos.

Cámaras

Los coches conectados del futuro integrarán cámras en lugar de espejos retrovisores para tener un campo de visión más amplio e incluso recibir alertas.

Asistentes a la conducción

Los famosos ADAS (Advanced Driver Assistance Systems) o asistentes a la conducción y de seguridad han evolucionado tanto que actualmente ya no sólo alertan de una posible colisión o fallo, ahora también son capaces de intervenir en la dirección o los frenos como es el caso del sistema de mantenimiento de carril.

Monitorización del conductor

Mediante los sistemas de reconocimiento facial, seguimiento de ojos y sensores de ritmo cardíaco, los coches serán capaces de detectar somnolencia, despistes, fatiga o ataques al corazón.

Pantallas evolucionadas

Las pantallas que lucen los nuevos modelos suelen ser cada vez de mayor tamaño. No en vano, los coches se presentan como “centros de entretenimiento”, proporcionando al conductor no sólo información, sino también conexión a Internet para los pasajeros y otras opciones de ocio: música, vídeos, etcétera.

Es más, las marcas de coches quieren facilitar al máximo toda esta conectividad a sus clientes y por ello han aparecido sistemas que facilitan la integración de las aplicaciones que el usuario utiliza en su teléfono móvil en el sistema de infoentretenimiento del coche. Con bluetooth y un teléfono compatible el usuario puede tener las aplicaciones de su móvil en la pantalla del coche.

Asistentes de voz

Los asistentes de voz serán cada vez más naturales y precisos. Mediante comandos por voz no sólo se podrá llamar por teléfono, también activar el aire acondicionado o la calefacción y otras funciones del coche. Además, con la IA, el coche aprenderá los gustos del conductor.

Despliegue de 6G

Las redes 6G ya están en marcha y se espera que estén disponibles en 2030. Esta sexta generación de redes móviles traerá consigo altas velocidades de transmisión de datos, menos retardos y mayor fiabilidad, así como de la fusión de las comunicaciones con la monitorización del entorno. Este avance será un motor que acelerará la definición del coche conectado y el prometedor coche autónomo.

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