La naturaleza nos enseña que el más fuerte sobrevivirá. Las especies que evolucionen y se adecuen a los desafíos del entorno serán los que prosperen. El mundo de las Tecnologías de la Información no es ajeno a esta evolución, el éxito de los proveedores de servicios de DSL que antes se medía por el número de hogares por el que pasaba la red, se determina ahora por el número de abonados implantados.
Pero la implantación de DSL no resulta un camino de rosas y, a menudo, encuentra a su paso problemas que provocan largos retrasos y aumentan el coste de las operaciones.
En este sentido, el bucle de abonado puede resultar inadecuado para los servicios DSL, bien porque las estimaciones iniciales de la longitud de bucle sean inexactas, o porque el aumento de servicio puede fallar por errores de la configuración de equipamiento de red.
Obviamente, para superar todo esto los proveedores de servicios necesitan herramientas adecuadas en las tres fases clave de la entrega de servicio de DSL.
Una solución completa de gestión de bucles debe incluir
En primer lugar, una capacidad de precalificación mediante interfaces de equipamiento de prueba de banda ancha con conmutadores, de modo que los proveedores puedan precalificar remotamente todos los bucles que terminan en el conmutador. El equipamiento puede capturar medidas de longitud de bucle, determinar la presencia y lugar de bobinas de carga, identificar las características AC/DC de todos los bucles conectados a un conmutador de voz y analizar la información, para determinar qué bucles pueden soportar DSL y a qué velocidades.
La información de calificación puede ser almacenada en una base de datos disponible para acceso rápido y respuesta en tiempo real, esto permitirá a los proveedores responder adecuadamente a las demandas de servicio de los clientes.
En segundo término, la solución de gestión de bucle debe poder realizar una verificación de principio a fin. Idealmente, para implantar DSL a un mayor número de clientes en menor tiempo, los proveedores necesitan estar capacitados para probar el cableado de la oficina central proactivamente y las configuraciones de DSL de principio a fin. Comprobar las configuraciones utilizando protocolos de red de nivel más alto puede revelar fallos de configuración de equipamiento de red o identificar problemas de back end de red antes que el abonado intente iniciar el servicio.
Mediante la implementación de una solución de gestión de bucles que permite la realización de pruebas de principio a fin utilizando ATM, IP y niveles de red OSI de mayor nivel, las configuraciones DSL pueden ser verificadas en todo el recorrido hasta el ISP. Además, con la automatización del proceso de comprobación de servicio, los técnicos pueden gestionar proactivamente bucles desde un lugar remoto e incrementar el índice de autoinstalaciones exitosas.
Otro elemento con el que debe contar es con el ancho de banda remoto y la capacidad de prueba de nivel de servicio. Una vez que la instalación esta completada, el servicio DSL debe ser mantenido para garantizar un nivel de calidad que se corresponda con lo acordado con el cliente.
Gracias a la implementación de una solución de gestión de bucles en la oficina central, los proveedores pueden solucionar problemas de bucles locales remotamente, incluyendo los de nivel físico, DSL, IP y ATM, reduciendo así los costes.
Y, por último, debe de haber interfaces de software que integren los resultados de las pruebas en aplicaciones OSS existentes, optimizando la gestión de bucle DSL.
En definitiva, una solución completa de gestión de bucles debe identificar proactivamente los fallos en la instalación para no añadir costes ni retrasar el proceso de implantación del DSL.
Resolver todos los problemas mencionados anteriores ayudaría a los proveedores a reducir los costes de operaciones de reparación y tener al cliente satisfecho. Con la gestión de bucle remoto, los proveedores de servicio pueden racionalizar las implantaciones de DSL y adecuarse al aumento de demanda de este servicio.
Jane Wasson, directora de Producto de Turnstone Systems.
