¿Por qué las soluciones de datos son fundamentales para la adopción de las CU?

Publicado el 18 Feb 2011

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José María Galdona, Director de Soporte Pre-venta para Avaya en España y Portugal

Las Comunicaciones Unificadas (CU) abordan la integración de las tecnologías de la comunicación como la voz, el vídeo, e-mail y texto, de forma que trabajen de forma conjunta para optimizar los procesos del negocio, acceder a la información y agilizar la toma de decisiones. Cuando esto se hace de forma adecuada, UC pueden impulsar el crecimiento de las empresas haciendo más productivos a sus empleados y elevando el nivel de atención al cliente por encima de sus competidores.

El clima actual demanda una gran prudencia fiscal, así que necesitamos tener en mente que los tiempos que corren son difíciles y que cualquier incremento en el gasto de la infraestructura de TI debe estar justificado. Un framework de CU basado en SIP (Session Initiation Protocol) puede resolver fácilmente este dilema ya que permite a las organizaciones ampliar la vida de los elementos de su infraestructura existente (a través de la activación SIP) sin una inversión adicional significativa. Además, SIP puede proporcionar nuevas funcionalidades en la forma de una mejora presencial y otras características beneficiosas.

Sin embargo, un framework de CU es tan fuerte como lo sea su infraestructura sobre la que se asienta. Los servicios de voz, datos y vídeo deben también descansar en una infraestructura común para brindar el máximo beneficio al negocio en términos de coste, gestión y simplicidad. Es posible alojar y gestionar redes independientes para cada uno de estos elementos, pero resulta caro y puede ser difícil de escalar, con lo que una red es siempre mejor que tres. Por ello es absolutamente esencial que la red de soporte de datos pueda hacer frente con las demandas de mayor ancho de banda que imponen las necesidades cambiantes del negocio.

En tiempos pasados, la demanda de más ancho de banda de las nuevas aplicaciones implicaban (casi de forma automática) actualizaciones de la red, ero este enfoque es muy difícil de justificar hoy en día. Necesitamos una estrategia alternativa, una que combine la capacidad de impulsar el negocio hacia delante con la necesidad de maximizar el valor de los activos de la red y mantener un presupuesto equilibrado.

Una forma de conciliar la necesidad de evolución con los costes es mirar con nuevos ojos a la arquitectura de la red subyacente, para ver si un nuevo modelo no solamente ofrecerá el rendimiento, capacidad de recuperación y seguridad requeridas, sino que lo hará a un coste menor. Ciertamente la red de datos deber ser sólida como una roca y ser capaz de detectar y recuperarse de fallos antes de que los usuarios se den cuenta, pero no tiene que costar una fortuna.

La forma tradicional en la que se lograba la capacidad de recuperación de la red era implementando duplicidad de todos los elementos – un dispositivo o enlace para prestar el servicio y otro como copia de respaldo. Para poner esto en perspectiva, esto sería como tener una autovía para llevar todo el tráfico, y otra autovía de respaldo que solamente se utiliza si la primera no pudiera usarse por alguna razón. En el caso de un incidente, la copia de seguridad entra en escena y se mantiene el 100% de los servicios. El problema con este enfoque es resulta muy caro disponer de duplicados de todo. También es un derroche de recursos como la electricidad y posiblemente innecesario ya que los fallos son muy poco frecuentes. Resulta mucho más rentable derivar la capacidad de recuperación a un modelo activo-activo que equilibre la carga total entre dos o más dispositivos pequeños de forma simultánea. Bajo condiciones normales todo está activo y la capacidad es la misma que con el modelo tradicional. En el caso improbable de un fallo, el servicio se mantiene, pero a un nivel reducido. Al ejecutar las aplicaciones sobre los dos “caminos”, las empresas pueden doblar su capacidad o reducir a la mitad el coste con muy poco esfuerzo.

Las CU y otros servicios convergentes ayudan a las tecnologías de las comunicaciones a operar conjuntamente, pero también incrementan la cantidad de tráfico que transita por la red. En los casos extremos se puede producir una congestión que resulte en una reducción de la calidad de la voz y el vídeo, y respuestas más lentas de las aplicaciones. Para prevenir esto, la red debe disponer de la posibilidad de priorizar determinados tipos de datos durante su trayecto desde el remitente al receptor, y asegurar una Calidad de Servicio (QoS) para la aplicación. Por ejemplo, las aplicaciones de streaming de medios como voz y vídeo necesitan un alto nivel de prioridad porque son sensibles a los retardos (escuchamos y vemos el impacto de un retraso de forma inmediata). Las aplicaciones como el correo electrónico, IM, transferencia de archivos y navegación Web pueden tener un nivel de prioridad más bajo, no porque sean menos importantes para el negocio, sino porque pueden soportar cierto retraso (su paso por la red puede retrasarse sin causar un grave impacto en la empresa).

En el escenario ideal, siempre hay suficiente ancho de banda, de forma que la congestión nunca ocurre, y la priorización del tráfico nunca hay que llevarla a cabo. Incluso en este tipo de escenarios, la QoS puede ser un beneficio, dado que puede utilizarse para garantizar que la red está siendo usada para la capacidad, reduciendo la necesidad de una inversión incremental en mejoras. Una política de QoS bien implementada podría retrasar la necesidad de una actualización de la red durante muchos meses. También es una buena solución para hacer frente a los incrementos temporales en la demanda, como los que ocurren en determinados periodos del año o durante ciertas horas del día. la QoS puede ser una herramienta muy útil para permitir el despliegue de nuevas aplicaciones o reducir los costes del ancho de banda cuando los presupuestos están muy ajustados.

Las CU se establecen sobre la base de los datos, que tiene el potencial de brindar muchos beneficios a las empresas en cuanto a productividad y comunicaciones. El desafío es gestionarlas de forma adecuada, de forma que puedan ayudar a los negocios a medida que evolucionan y se transforman.

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Redacción RedesTelecom

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