En 2001, la Universidad Europea de Madrid (UEM) fue uno de los primeros centros europeos en implantar una red inalámbrica que daba cobertura total en su campus de Villaviciosa de Odón, facilitando a sus más de 16.000 alumnos la conexión a Internet, así como al profesorado y personal administrativo el acceso a la intranet y a todos los recursos corporativos. En ese momento, optó e implantó los switches Catalyst de Cisco.
Cuatro años después, la ampliación del número de servicios para alumnos y profesores como correo web, catálogo de la biblioteca o almacenamiento de datos, obligó a la UEM a incrementar la capacidad de su red Wi-Fi. Ahora, “debido al importante incremento en el número de alumnos, nos hemos planteado incrementar la densidad de los puntos de acceso, preparando la red para soportar una mayor cantidad de tráfico y nuevas aplicaciones de vídeo, esenciales en la actualidad para las tareas de investigación y colaboración”,apunta José Joaquín Loza, CIO de la Universidad Europea de Madrid.
Por estos motivos, la institución educativa ha vuelto a confiar en la tecnología de Cisco, porque como apunta José Joaquín Loza,“gestiona, repara y optimiza la red inalámbrica de forma automática, ajustando rápidamente la señal wireless para operar en un espectro no afectado y mejorando así su rendimiento, fiabilidad y seguridad”. En concreto, se han instalado 300 puntos de acceso gíreles Cisco Aironet 3500 -que incorporan la tecnología Cisco CleanAir- y el softwareCisco Unified Wireless Network, con los que la Universidad renueva completamente su red Wi-Fi.
Con este proyecto, la UEM ha sentado las bases para adoptar una estrategia de movilidad sin fronteras, que contempla soportar tecnología de identificación por radiofrecuencia (RFID) y servicios de atención personalizada. Además, en un futuro cercano prevé implementar llamadas de voz sobre Wi-Fi y un sistema para controlar y optimizar el consumo energético, además de extender la red a otras