La conectividad móvil es cada vez más importante. Sin embargo, mientras que las redes 5G autónomas comienzan a desplegarse y se inician pruebas y testeos para 6G, todavía se siguen utilizando las generaciones anteriores 3G y, sobre todo, 2G para comunicar dispositivos IoT. Pero su tiempo se agota porque está previsto que para 2030 dejen de tener soporte.
Para hablar sobre este proceso, así como los últimos avances en seguridad de Internet de las cosas y el futuro de las conexiones celulares, Redes&Telecom ha entrevistado a Alayn Endaya, Marketing Manager de Wireless Logic España (en la foto), compañía especializada en conectividad IoT.
Lo primero, cuéntame la historia de Wireless Logic. Orígenes, plantilla…
Wireless Logic es una empresa con sede en Inglaterra que lleva más de 20 años en el sector de las telecomunicaciones, específicamente en el mundo de la conectividad IoT. En España se estableció en 2012. Tenemos presencia en Madrid y Barcelona, pero la sede está ubicada en Bilbao. Somos un equipo de 12 personas y aunque pertenecemos a una multinacional, desde aquí tenemos todos los departamentos (financias, marketing, ventas, administración…), para ofrecer al cliente el mejor soporte a nuestros clientes a nivel local.
Como grupo, la empresa ha crecido mucho en los últimos años, adquiriendo otras compañías para cubrir más mercado y volumen y ocupar más parte de la cadena de valor de la conectividad. Aunque estamos entrando también en otros ámbitos, de ahí el reciente acuerdo con Starlink como distribuidor de conectividad satelital, tanto el grupo Wireless Logic como Wireless Logic España nos dedicamos a la conectividad IoT. En concreto nuestro foco es la conectividad celular a través de redes licenciadas 2G y 3G -que van a desaparecer-, 4G y 5G y todas las redes basadas sobre LTE. Nosotros no sólo damos la tarjeta SIM (física o virtual como eSIM, iSIM), sino también todo el soporte de red o infraestructura de red que hay detrás de esa tarjeta para asegurar las comunicaciones y dar más resiliencia a través de diferentes puntos de presencia de core redundado y para ofrecer una capa de ciberseguridad que cada vez es más necesaria en el mundo de las telecomunicaciones. En nuestro entorno, al ser todo redes licenciadas de operadores, todo está mucho más controlado siendo soluciones de conectividad mucho más seguras que otras. Nosotros funcionamos siempre con estándares que marca la propia GSMA y todas las soluciones multioperador que ofrecemos tratan de ir siempre acompasadas a esos estándares, trabajar de forma cibersegura, ser resilientes y ofrecer la mayor garantía posible a los clientes de que sus comunicaciones van a estar protegidas y van a tener redundancia.
¿Cuál son vuestros principales clientes en España?
Prefiero no mencionar clientes, pero sí puedo hablarte de los principales verticales en los que trabajamos o principales aplicaciones que conectamos.
Ahora mismo, en el que más nos estamos enfocando y que más está creciendo es la infraestructura de carga de vehículos eléctricos. De hecho, hace un par de semanas expusimos en MUBIL Mobility Expo nuestras soluciones para este sector porque al final los puntos de carga de estos vehículos tienen que ir conectados. Antes se optaba por la conexión por cable y fibra o por Wi-Fi locales, pero ahora se están optando más por soluciones celulares plug and play como la nuestra, que además ofrecen una capa adicional más de ciberseguridad. Los puntos de carga es uno de nuestros principales sectores ahora mismo también porque es uno de los que más tiene que crecer en los próximos años para cumplir con los objetivos de la UE y que exige multiplicar su número de aquí a 2030.
Los puntos de carga de vehículos eléctricos es uno de nuestros principales sectores ahora mismo
Otro sector en el que tenemos presencia es en la gestión de flotas. Es uno de los más exitosos históricamente ya que todos dispositivos GPS de los vehículos tienen que ir conectados con una tarjeta SIM emitiendo y recibiendo datos sobre localización o estado del vehículo o con patrones de comportamiento del conductor. Y también operamos en la gestión de activos como, por ejemplo, el control de la cadena de frío de alimentos, vacunas… Nuestros clientes fabrican el dispositivo y la plataforma y nosotros le damos la capa de conectividad, la autopista por la que va a viajar el dato y son ellos los que deciden qué datos viajan y cómo se muestran.
Podemos mencionar igualmente nuestra presencia en vending y pagos telemáticos en donde es muy importante la ciberseguridad, sobre todo ahora con las soluciones contactless que hay en el mercado y los datos sensibles que se manejan. En vending estamos tanto en la telemetría (gestión de inventario de las máquinas que van avisando a la central sobre la reposición de productos), como en el propio pago, proporcionando cobertura y seguridad.
También contamos con clientes en el segmento de alarmas y videovigilancia,así como en la generación de energía sostenible en instalaciones fotovoltaicas que han de estar conectadas a la red eléctrica y deben enviar y recibir datos de consumos, de estado de las placas, picos de tensión… Y en sanidad, con proyectos de monitorización remota de pacientes.
Asimismo, contamos con empresas que confían en nosotros para la gestión y mantenimiento del alumbrado público optimizando el consumo y monitorizando averías, entre otras funciones. En estos casos suele haber un cuadro eléctrico que administra un determinado número de farolas y que contiene un router 4G equipado con una tarjeta nuestra.
En este sentido, podríamos decir que Wireless Logic España figura en todo el ecosistema de las smart cities que requieren soluciones conectadas que envían datos de forma segura y redundada y que aseguren que el dato siempre fluye.
Uno de los temas que están siendo más comentados actualmente es el apagón de las redes 2G y 3G por parte de los MNO, para dar paso a 5G. ¿Cómo se está llevando a cabo este proceso en España? ¿A qué ritmo?
Lo primero dejar claro que nosotros nos centramos en IoT, no en consumo, donde realmente ya no afecta este apagón de las redes porque prácticamente todos los móviles funcionan ya por 4G o 5G. Sin embargo, en Internet de las cosas, a nivel dispositivos hay muchos que siguen teniendo hoy en día tarjetas 2G (que funcionan bajo la tecnología GSM), y no tantos con 3G porque esta generación no se llegó a desplegar tanto en este ámbito como la anterior. De hecho, 3G ya ha empezado a desconectarse y el año que viene tiene pinta de que será el apagón definitivo, aunque esto no es crítico por lo que te he comentado de que no hay tantos dispositivos que utilicen esta red.
Por el contrario, en 2G sí que hay mucho, por ejemplo, en alarmas que emplean esta conexión. Así que cuando desaparezca y apague el 2G y se acabe el soporte, todas las soluciones que no hayan cambiado su tarjeta van a dejar de funcionar. Esto implica que las empresas gestoras de alamas han de realizar ese cambio. Pero no sólo este tipo de organizaciones, también aquellas centradas en la gestión de flotas o pagos telemáticos que todavía sustentan sus comunicaciones por 2G. Las compañías que gestionan todos estos dispositivos tienen que ponerse las pilas ya para hacer el cambio cuanto antes y para hacerlo de forma organizada, con tiempo y dentro de unos costes razonables.
Las empresas que gestionan dispositivos IoT que se comunican por 2G han de ponerse las pilas ya para hacer el cambio antes del apagón definitivo y hacerlo de forma organizada, con tiempo y dentro de unos costes razonables
¿Por qué se hace este apagado de 2G y 3G? En gran parte es, sobre todo, para dar paso a frecuencias 5G. Es verdad que 5G en IoT todavía no se está utilizando mucho. Es una tecnología de acceso que para el segmento de consumo funciona muy bien, pero en Internet de las cosas, salvo casos muy concretos como retransmisión de imágenes en directo, drones o aplicaciones que requieren un volumen de datos muy amplio, un gran ancho de banda, no se suele utilizar.
El apagado de 2G y 3G se produce para dar paso a frecuencias 5G, aunque la quinta generación no se está utilizando mucho en IoT
Generalmente la mayoría de casos IoT requieren paquetes de datos pequeños, pero sí que es cierto que se está preparando la infraestructura para dar paso a las redes 5G y como parte de este proceso se desconectan las anteriores. Entonces hay que cambiar, por eso es importante que ese cambio se haga pensando en el futuro no sólo cambiar la tarjeta; aunque ahora se está optando más por tarjetas integradas (eSIM o iSIM) y por la tecnología eUICC (un tipo específico de Universal Integrated Circuit Card que permite que una sola SIM albergue varios perfiles). Cuando se habla de eSIM hay un poco de confusión porque hay quien entiende que es una tarjeta que está automáticamente integrada en el módulo, pero en realidad puede ser una tarjeta física o puede tener un formato integrado. La clave de la eSIM y de la tecnología eUICC con la que trabaja es que se puede gestionar en remoto. Puedes cargar y aprovisionar perfiles en remoto, puedes modificarlo, puedes gestionarlos… depende de dónde despliegues el dispositivo, de qué país, puedes crear reglas automatizadas para que el dispositivo se conecte en Estados Unidos y funcione con un IMSI (código de identificación único para cada dispositivo de telefonía móvil, integrado en la tarjeta SIM) local para que de cara a la red de allí sea una tarjeta local y no les afecte las condiciones del roaming permanente.
El potencial de la tecnología eUICC es que permite la gestión en remoto de perfiles, evitando los problemas de roaming permanente y garantizando que los dispositivos IoT están conectados de manera estable a la red
Hay muchas empresas funcionando con 2G y están muy cómodas con esta red, pero como todas las tecnologías tienen su obsolescencia e implica modificar la tarjeta físicamente, lo que supone un coste extra y una planificación. De ahí la importancia de eUICC porque te permite que si el dispositivo y el módulo -no sólo la tarjeta-, te admiten otras tecnologías de acceso, pues en un futuro cuando llegue el apagón del 4G -qué ocurrirá-, que ese proceso sea menos traumático porque se podría hacer en remoto aprovisionando nuevos perfiles en 5G o la tecnología que corresponda.
Pero volviendo a tu pregunta, el apagón 3G ya está en marcha. Hay operadores que ya lo han iniciado y lo están completando y otros que lo finalizarán el año que viene. En 2G el apagón está planificado, pero no hay cifras definidas porque nadie se quiere comprometer a dar una fija, hay muchos “globos sonda” para ver cómo reacciona el mercado… pero la fecha de la que se habla es final de década o 2030. Pero, claro, no resulta conveniente esperar a llegar a 2029 para hacer esta migración porque te puede “pillar el toro”, los costes se incrementan porque quieres hacer todo rápido y pueden surgir los problemas. Hay que planificarlo con tiempo.
¿Por qué, cuando se está avanzando tanto en 5G e incluso impulsado ya 6G, no se han apagado todavía las redes de segunda y tercera generación?
Precisamente por lo que te he comentado antes. De hecho, se apaga antes el 3G, que es más nueva que 2G, que es más nueva, porque no afecta tanto. Hay un parque de dispositivos mucho mayor en 2G y no puedes apagarlo sin dar tiempo a las empresas a ponerse al día porque puede ser muy traumático para empresas, para administraciones y para los propios usuarios.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, ¿cuándo sucederá el apagón completo y qué impacto tendrá?
El apagón depende también del país y de las operadoras. En el caso de España se estima que se producirá para 2030.
Se estima que el apagón de las redes 3G en España se producirá en 2030
Respecto al impacto en cifras, no te lo puedo decir, pero sí comentarte que si no se actúa a tiempo puede ser muy traumático en términos de dispositivos que dejen de funcionar o de emitir y que, en función de lo crítico que sea el dispositivo o la aplicación, la repercusión puede ser mayor o menor. Pensemos en alarmas o soluciones de control de acceso donde el daño puede ser muy importante. Si se actúa a tiempo, estamos hablando de un impacto económico de lo que cueste a la organización asumir ese esfuerzo de gasto externo y de personal de hacer esa migración, ese cambio de tarjetas.
Miles de aplicaciones máquina a máquina (M2M) de IoT están basadas en la conectividad 2G y 3G… ¿están las empresas preparadas para el cambio?
Es un cambio que tenían que haber puesto en marcha hace tiempo y, como siempre ocurre en estos casos, hay empresas lo están posponiendo. No obstante, las empresas están preparadas y nosotros podemos ayudarlas en todo el proceso, en el asesoramiento y en ofrecer la solución adecuada y preparada para el futuro, es decir, para tener el dispositivo listo y el soporte.
En este sentido, ¿qué pueden ofrecer tecnologías alternativas de LPWAN (Redes de área extensa y bajo consumo energético) para muchas aplicaciones de Internet de las cosas?
Las tecnologías LPWAN están basadas principalmente en el estándar LTE (4G), utilizan la misma infraestructura de red que 4G y ofrecen ciertas ventajas.
Las más conocidas son Narrow band (NB-IoT) o LTE-M y su ventaja principal es que tienen un mayor alcance en cuanto a longitud a la que puede llegar una antena. Esta conexión emplea una banda más estrecha, pero con más alcance. Una misma antena llega más lejos, pero con un volumen de datos mucho menor, y tiene más penetración en subterráneos e interiores. Esta funcionalidad explica que haya triunfado para determinadas aplicaciones de IoT en estos escenarios.
También son compatibles con modos de ahorro energético como PSM (Power Saving Mode) y eDRX (Extended Discontinuous Reception), modos que permiten que los dispositivos puedan entrar en hibernación y no gastar batería durante un tiempo, programarse para que puedan conectarse a la red cada equis tiempo, ver si hay datos y volver a entrar en hibernación. Esto permite alargar de forma muy notable la vida de las baterías, en algunos casos hasta 10 años.
Además, hay una diferencia fundamental entre ambas, narrow band no permite handover entre celdas y LTE-M sí, lo que hace que este último sea más válido para dispositivos en movimiento.
Por otra parte, el problema de narrow band y LTE-M es el despliegue de red a nivel internacional. No todos los países tienen la misma implementación de estas tecnologías, algunos no tienen ninguna, otros sólo una… Falta homogeneidad a nivel global. Para solventarlo, desde Wireless Logic España recomendamos Cat -1 bis, una tecnología de acceso de red que está también basada en LTE y que sí está disponible en todo el mundo donde haya 4G y permite también alargar la extensión de la batería.
Y hablando de IoT, ¿cuáles son en tu opinión los pasos prácticos que se deben seguir para garantizar que los proyectos IoT existentes o planificados estén preparadas para el futuro?
Lo primero es que la conectividad tiene que ser un elemento que se integre en el diseño desde el principio. No diseño el producto y cuando ya lo tengo diseñado y aprobado pienso cómo lo voy a conectar. La conectividad tiene formar parte del proceso de diseño porque eso permitirá detectar necesidades y obstáculos a futuro, si no se contempla desde el inicio luego nos podemos encontrar con problemas gordos. Por ejemplo, se crea un dispositivo pensando que puede utilizarse en otros países y luego a la hora de la verdad no hay opciones de conexión, no tiene tecnología de acceso.
Pensar en la conectividad desde el principio del diseño te ahorra muchos problemas y quebraderos de cabeza a futuro
Por esta razón a nosotros nos gusta estar con el cliente desde el comienzo del diseño de un dispositivo, tanto en lo que se refiere a la tarjeta como a la selección del módulo de comunicación. En este aspecto asesoramos a los clientes y mantenemos acuerdos con algunos fabricantes de módulos -en concreto en España estamos empezando a trabajar con Cavli Wireless-, para ofrecer soluciones de módulos IoT con conectividad integrada, bien sea con eSIM o SIM incrustada (formato MMF2) o con iSIM.
También hay tener en cuenta la ciberseguridad, cómo vas a proteger tu dispositivo. Estamos en un entorno en el que cada vez hay más ciberamenazas, cada la superficie de ataque en los despliegues es mayor y se deben contar con las medidas de protección adecuadas, saber cómo trabajar en entornos privados o disponer de las herramientas de monitorización idóneas… Pero el mundo de las ciberamenazas es muy complejo y evoluciona muy rápido por eso no sólo es necesario proteger, hay que defender, detectar y reaccionar. Bajo este ecosistema nosotros defendemos trabajando bajo entornos privados, contando con las certificaciones adecuadas, los estándares de la GSMA y estamos integrado también en nuestras soluciones IoT SAFE, un estándar avalado por la propia GSMA del que se va a oír mucho en los próximos años y que utiliza la tarjeta SIM como una caja fuerte virtual para almacenar las credenciales, las propias claves de los dispositivos u otra información confidencial. También detectamos con herramientas de monitorización Shield- IoT que permite trazar patrones de comportamiento del tráfico para generar alertas y llevar a cabo acciones concretas. Por ejemplo, si una tarjeta empieza a consumir más datos de lo que consume de forma habitual. Y con todo esto poder reaccionar a tiempo, es decir, contar con los procesos internos adecuados para cuando haya una alerta de un patrón anómalo de comportamiento de un dispositivo o grupo de dispositivos saber qué protocolos seguir, a quién se tiene que avisar, diagnósticos a realizar, medidas a tomar como poner dispositivos en cuarentena.
Se va a oír hablar mucho en los próximos años del estándar IoT SAFE de la GSMA pues permite utilizar la tarjeta SIM como una caja fuerte virtual para almacenar credenciales
Y buscar el proveedor de conectividad adecuado para que te ayude a tomar las decisiones adecuadas. El panorama de la conectividad es muy cambiante con la aparición de nuevas tecnologías y los fabricantes e integradores quieren centrarse en su negocio, en ofrecer a sus clientes la mejor solución o plataforma sin perder tiempo en saber qué tecnología de acceso debo utilizar o cómo proteger el dispositivo o qué decisiones deben tomar cuando no es su campo de expertise, ni cuentan con recursos para hacerlo. Nosotros estamos aquí para aliviar esa carga y asesorarles en la toma de decisiones desde el principio.
Sin embargo, aunque la Internet de las cosas tiene mucho potencial, todavía no se ha llevado a cabo un despliegue masivo de esta tecnología… ¿cuándo crees que se producirá?
¿A qué te refieres con despliegue masivo? En el Grupo Wireless Logic contamos con más de 12 millones de dispositivos conectados…, pero crecerá mucho más. Sin embargo, no creo que vayamos a ver de repente un boom o un punto de inflexión muy acentuado, que de un año a otro veamos que el número de dispositivos se multiplica por mil. Yo creo que IoT es una evolución y que consiste en ir derribando barreras. Una de las principales para la adopción masiva de IoT es la ciberseguridad, es algo que preocupa mucho a las empresas pues piensan que pueden desplegar dispositivos y se los pueden hackear, entrar en sus sistemas.
Otra son los costes. El despliegue de estos proyectos supone un cambio de mentalidad. Habrá empresas que lo verán como un gasto y otros como una inversión. Si dedicas recursos de tu empresa a ofrecer una solución conectada, útil para tus usuarios y que aporte valor, a la larga vas a estar en una mejor posición que tus competidores.
Y luego también hay que hablar de recursos. Muchas empresas no cuentan con los recursos para poder realizar estos despliegues. Nosotros ofrecemos soluciones a medida de las necesidades de cada empresa. Es una de las ventajas de la conectividad celular y es que no requiere unas inversiones muy grandes para empezar a desplegar un dispositivo y conectarlo; y costes son relativamente asumibles.
Luego entrarán en juego nuevas formas de comunicación como el satélite, que también va a permitir romper barreras como las comunicaciones por alta mar. Esto va a hacer posible la entrada de nuevas tecnologías y abrirse a nuevos casos de uso.
Efectivamente uno de los asuntos importantes a la hora de hablar de IoT es la seguridad y ha estado presente durante toda la entrevista…
Sí, en Wireless Logic abordamos este tema trabajando siembre en entornos privados, lo que quiere decir que todas las comunicaciones de nuestros clientes van a estar protegidas y vigiladas.
Trabajamos en un entorno de ciberseguridad 360 grados basado en defender, detectar y reaccionar
En otras palabras, funcionamos con un entorno de ciberseguridad 360 grados basado en defender, detectar y reaccionar que permite a nuestros clientes tener la garantía de que sus dispositivos van a estar protegidos y debidamente monitorizados.
¿Qué otras tendencias dentro del ámbito de la conectividad IoT veremos en los próximos años?
Dentro del ámbito de la Internet de las cosas apostamos mucho por el aprovisionamiento remoto, por la tecnología eUICC que es hacia donde va también el sector. Poder gestionar todo en remoto, virtualizar las IMSI para no tener que hacer intervenciones físicas cuando se tienen miles de dispositivos en varios diferentes países y poder automatizar esos dispositivos para que funcionen con tarjetas locales para evitar problemas de roaming permanente y garantizar que están conectados de manera estable a la red.
Otra tendencia en este terreno es la conectividad integrada en el propio dispositivo, que la tarjeta eSIM o iSIM vaya integrada en él para poder virtualizar y también para permitir diseños más compactos y económicos de equipos.
Y, por supuesto, el satélite que vamos a ver crecer en los próximos años. Nosotros ya tenemos un acuerdo con Starlink y vamos a empezar a trabajar con otros proveedores. El satélite te permite cubrir un área que la conectividad celular no llega. En este sentido se están viendo muchas soluciones mixtas de celular como conexión primaria y satélite como backup, o al revés.
Por último, mencionarlo que te he comentado antes: IoT SAFE, un estándar marcado por la GSMA para utilizar la tarjeta SIM como root of trust o elemento raíz de confianza para almacenar las credenciales del dispositivo a la hora de conectarse a la red y comunicarse con los servidores en la nube. Ahora ha empezado a desplegarse en algunas empresas, pero en algún momento puede convertirse en norma en algunos sectores como en temas de pago que van a demandar siempre soluciones de seguridad más punteras y puede que llegue un momento en el que nos encontremos con empresas, desarrolladores o gobiernos, autoridades y organizaciones que van a exigir que se aplique para garantizar una capa extra de seguridad.
