1990, el año en que resucitó COBOL

Publicado el 07 Jul 2009

92163_04

En 1959, CODASYL, una comisión encabezada por una mujer (Grace Hooper) y organizada por el Gobierno de EEUU junto con las principales empresas de la industria de la informática de aquella época como IBM, Rand o Honeywell establecieron un estándar con vocación universal para un lenguaje de programación orientado a negocios. En ese punto nació el lenguaje que durante los últimos 50 años ha representado la esencia de la informática. Se trataba del Common Business Oriented Language, más conocido como COBOL.

Desde entonces todo el sector bancario y la mayor parte de las grandes corporaciones tienen basados sus sistemas centrales en este lenguaje. Hay billones de líneas de código COBOL repartidas por todo el mundo que sostienen el conocimiento, la experiencia y los procesos de estas empresas. Y es que el gran éxito de COBOL ha radicado y radicará siempre en su compatibilidad con la mayoría de plataformas de programación existentes, sus excelentes capacidades de autodocumentación y una sintaxis sencilla exenta de símbolos.

Sin embargo, en 1990 expertos del sector decidieron enterrarlo definitivamente. Anunciaron tajantemente que declaraban a COBOL un lenguaje “muerto”, que dejarían de dar soporte para él y que vendían su compilador a una empresa más pequeña. A partir de entonces, y a pesar del rendimiento ventajoso que ofrece, el lenguaje COBOL cargó con la percepción de “anticuado, viejo y obsoleto” por parte del mercado.

Poco se imaginaban en la década de los 90 que en el 2009 COBOL cumpliría su 50 cumpleaños, sería el lenguaje con más líneas de ejecución del mundo (cerca de 200 billones), que tanto en los 80 como ahora los mainframes se programarían en COBOL y que las pequeñas empresas que aún se sostenían gracias a la venta y soporte de compiladores para este programa como Liant, Microfocus, Accu o Fujitsu transformarían COBOL en un lenguaje moderno.

A pesar de ello, COBOL o las empresas con COBOL en su mainframe, se enfrentan a un grave problema. El 80% de los programadores que trabajan con este lenguaje entraron en la empresa entre 1965 y 1985 (los denominados “baby boomers”) y mucho están ya a punto de retirarse. El resto lo hizo entre 1945 y 1965. El punto crítico radica en que aunque fuera posible formar al suficiente número de programadores el aumento del ritmo de jubilaciones implicaría que la pérdida de conocimientos en el área de los negocios. El truco, por lo tanto, radica en alentar a aquellos programadores que estén edad de retirarse para que reestructuren, limpien y documenten los sistemas que ellos dominan permitiendo así que los nuevos desarrolladores puedan ser productivos sin depender de nadie.

Pero, ¿por qué seguir utilizando COBOL? Por un lado hay que tener en consideración que el conjunto de aplicaciones de las organizaciones que utilizan este lenguaje ha sido constituido mediante décadas de inversionesenTIC, está intrínsecamente relacionado con el modelo de negocio y continúa siendo extremadamente fiable. Por otro, a pesar de ser percibido como “desfasado”, COBOL es un lenguaje de alto rendimiento.

La solución no es eliminar COBOL, el lenguaje es bueno y actualmente sustenta el negocio de las compañías que mueven el mundo. La solución es adaptarlo. Para ello es necesario considerar las distintas formas de despliegue que existen actualmente, atraer mano de obra joven capaz de trabajar con tecnologías clásicas, cooperar con instituciones educativas para recuperar estas habilidades base y estudiar algunas alternativas de extensión y migración de COBOL para ahorrar costes potenciales y ganar flexibilidad.

Si las grandes compañías de las que hablamos invierten el tiempo y el dinero suficiente para evitar los riesgos inherentes a la jubilación de la Generación COBOL y a una migración radical y sin sentido hacia nuevas tecnologías, podemos decir que tendremos COBOL para otros 50 años. Y es que, tal como decretó el Departamento de Defensa de Estados Unidos en el 59, “para que un aparato electrónico pueda llamarse ordenador tiene que poder ejecutar un programa COBOL”. ¿A que nadie llama ordenador a una PDA?.

¿Qué te ha parecido este artículo?

Tu opinión es importante para nosotros.

S
Patricia Santoni

Artículos relacionados

Artículo 1 de 5