Con la incursión de la nube como fenómeno tecnológico, se impuso en el mercado corporativo el modelo as a service de consumo de recursos empresariales. Un método de alquiler, pago por uso o suscripción que comenzó con el software y siguió con el almacenamiento, y que, en la actualidad, ha derivado en otras variantes alcanzando al mundo de las redes.
En este artículo te contamos todo lo que tienes que saber sobre NaaS o Network as a Service.
Índice de temas
En qué consiste la red como servicio
La red como servicio o NaaS (Network as a Service) es un modelo de servicio en la nube en el que los clientes alquilan servicios de red a un proveedor cloud, en lugar de establecer su propia infraestructura de red. Dicho de otra manera, la adquisición mediante un sistema de consumo flexible o basado en suscripciones de los componentes de hardware, software, servicios, gestión y licencias de las infraestructuras de red.

Los aprovisionadores de este servicio de redes programables y definidas por software (SDN) ejecutan las funciones de red mediante software permitiendo que las empresas configuren sus propias redes sin ningún tipo de hardware, es decir, sin invertir en equipos físicos. Lo único que necesitan es la conectividad a Internet.
NaaS puede sustituir a las redes privadas virtuales (VPN), las conexiones de conmutación de etiquetas multiprotocolo (MPLS) u otras configuraciones de red heredadas. También puede suplantar al hardware de red local, como los dispositivos de firewall y los balanceadores de carga.
Cómo se desarrolló el NaaS
Las redes comenzaron con redes físicas construidas a partir de fibra, cobre, enrutadores y conmutadores. Consistían en una serie de dispositivos como switches, routers, firewalls… Además, se utilizaba software para controlar cómo estos componentes interactuaban entre sí.
Cuando la mayoría de las empresas configuraban su infraestructura de red, Internet no se consideraba un lugar de confianza para hacer negocios. Así que crearon sus propias versiones privadas internas de Internet y conectaron las instalaciones entre sí con enlaces alquilados. Tenían que configurar sus propias redes de área amplia (WAN), y cada sede necesitaba su propio hardware. Las organizaciones también necesitaban establecer conexiones dedicadas entre cada sede mediante un método como el MPLS.
El procedimiento era mucho más intrincado. Y es que, cuando los empleados se conectaban a Internet en lugar de a la red interna, su tráfico tenía que pasar primero por la infraestructura de la red corporativa a través de una VPN antes de poder salir a Internet. Dicho modelo se volvió ineficaz cuando algunas actividades empresariales empezaron a trasladarse a la nube.
Con el paso del tiempo, las redes definidas por software (SDN) -el uso de software para administrar el tráfico de red y controlar cómo se comportan los componentes de red-, comenzaron a crecer en popularidad. Por otra parte, surgió la virtualización de funciones de red (NFV), una tecnología que implica el uso de software en lugar de dispositivos físicos para realizar funciones de red.
Con la combinación de SDN que controla las operaciones de red y los componentes de red virtuales de NFV, se volvió fácil para los proveedores ofrecer NaaS.
Con la evolución del fenómeno cloud, cada vez se iban incorporando más capacidades y funciones de red bajo esta fórmula, de forma que NaaS se fue convirtiendo en una opción más eficiente frente a la dependencia de WAN mantenidas internamente que requieren un mantenimiento constante y crean cuellos de botella en el tráfico de red. Con esta modalidad as a service, los empleados pueden conectarse a sus servicios en la nube directamente a través de una red virtual que gestiona y asegura un proveedor externo, en vez de que los equipos de TI propios de la compañía soporten la demanda de servicios de red.
Podría decirse, pues, que NaaS es el resultado de varias décadas de migración de los procesos empresariales a la nube y a día de hoy se puede ofrecer toda la red como servicio. Eso sí, no todas las configuraciones de NaaS son completamente virtuales. También puede utilizar un proveedor de NaaS para obtener dispositivos de red físicos, pero en lugar de comprarlos, los alquila, ya sea en su ubicación física o centro de datos.
Cómo funciona el Networking as a Service o NaaS
El Networking as a Service o NaaS funciona como un modo más de pago por uso, pero en esta ocasión de infraestructura de red. Si antes las empresas almacenaban toda su información en la nube, ahora tienen la posibilidad de guardar también tanto su hardware como su software de red de este modo.
De esta manera, las organizaciones pueden consumir y, opcionalmente, subcontratar el ciclo de vida completo de su implementación de red empresarial, con todo el hardware, software, licencias y servicios proporcionados en una oferta flexible basada en el consumo o la suscripción. También brinda a las organizaciones la posibilidad de subcontratar la planificación, implementación y gestión de las operaciones diarias de la red, incluidas las actualizaciones de software, la supervisión y la solución de problemas, así como la puesta fuera de servicio y la asistencia al fin de la vida útil.
Por lo general, hay ciertos componentes siempre presentes en NaaS como la infraestructura en sí, que está virtualizada. Y cuando hablamos de infraestructura nos referimos a todos esos recursos de red como enrutadores, cortafuegos y switches que se gestionan de forma virtual en la propia nube. Junto a ellos también es necesario contar con una plataforma de gestión. Unas interfaces que permiten que las propias empresas se encarguen de controlar y de supervisar su red virtual proporcionando visibilidad en tiempo real de todo lo que está sucediendo y haciendo mucho más sencillo que se monitorice todo.
NaaS funciona ofreciendo a las organizaciones servicios de red para que no tengan que invertir en comprar, instalar y mantener hardware de red. Se paga una suscripción mensual para acceder a los recursos de la red del proveedor
Más allá del hardware y del software,NaaS ofrece también unos servicios concretos, una gestión por parte de los proveedores y, además, diferentes licencias. Con todo esto, lo que se garantiza es una conectividad sólida a través de la nube, así como una seguridad que de otra forma sería más complejo conseguir.
Así las cosas, al contratar NaaS, la empresa se suscribe a un servicio y puede especificar cuánta capacidad de red precisa, los elementos de seguridad y funciones necesarias para asegurar las conexiones. El proveedor se encargar de todo lo demás como asegurar que las oficinas estén conectadas entre sí a través de su red; mantenimiento del hardware y software; y detección y solución de cualquier problema o interrupción que pueda surgir. Y si en algún momento necesita más o menos capacidad de red, puede ajustar su suscripción en cualquier momento, pagando solamente por lo que realmente utiliza.

En concreto, el proveedor puede ofrecer a los clientes una gama de opciones diferentes, como:
- Servicios administrados, en los que el cliente paga por usar hardware por suscripción mientras el proveedor lo opera y lo mantiene
- Hardware alquilado, que es cuando el proveedor posee hardware de red y permite al cliente alquilarlo. En esta situación, los clientes tienen que instalar y operar el equipo ellos mismos.
- NaaS completo. En una configuración completa de NaaS, el proveedor maneja todo en relación con el hardware de red, incluida su instalación y operación.
¿Y cuál es la operativa? Básicamente, se implementa un software que es el encargado de gestionar y coordinar todos esos recursos virtuales. Cuando una empresa contrata este servicio, lo que realmente paga es una suscripción en la que indican exactamente la capacidad de red que quieren, así como cuáles son los elementos de seguridad que necesitan. Y, a partir de ahí, el proveedor de NaaS realiza el resto de trabajo. Se encargará de garantizar la conexión, el mantenimiento e incluso la detección de posibles problemas.
Ventajas del NaaS
Por lo general, el modelo NaaS proporciona todas las ventajas que concede la fórmula cloud ya que se trata de una variante más del as a service, así pues, podríamos mencionar los siguientes pros:
Flexibilidad y escalabilidad
Dos de los claros beneficios del modelo cloud es la flexibilidad y escalabilidad que aporta. Con NaaS, los equipos de TI pueden reconfigurar sus redes corporativas bajo demanda y realizar los cambios pertinentes a través del software, como adquirir más capacidad. Si una organización necesita escalar su infraestructura de red puede hacerlo simplemente cambiando su suscripción y sin tener que invertir en nuevos componentes o hacer grandes cambios. Esta flexibilidad de gestión que se adapta a las necesidades cambiantes de una empresa también se traduce en flexibilidad financiera en tanto en cuanto las organizaciones cuentan con la posibilidad de pagar a medida que se crece.
No necesita mantenimiento
NaaS permite a las organizaciones externalizar el aprovisionamiento, implementación, gestión de red, mantenimiento y gestión del ciclo de vida de la infraestructura de red. Y lo positivo de externalizar estos activos es que la empresa no necesita preocuparse por su puesta a punto ya que es el proveedor de la nube el que mantiene la red y administra las actualizaciones de software y hardware.
Fácil gestión y configuración
Un modelo NaaS es muy fácil de gestionar puesto que siempre ofrecen interfaces de usuario que sean lo más intuitivas posible. Las organizaciones pueden lanzar continuamente nuevas correcciones y prestaciones, a la par que expandir sus capacidades de red simplemente pidiéndole al proveedor que lo haga. Además, se pueden automatizar múltiples tareas, incluida la incorporación de nuevos usuarios y la orquestación de funciones de red como el equilibro de carga y la administración del ancho de banda.
Esta facilidad de uso se une a otra ventaja clara: la posibilidad de acceso remoto.
Acceso desde cualquier lugar
El poder acceder a la red desde cualquier lugar y dispositivo sin utilizar una VPN se perfila como otro de los puntos a favor de una solución as a service. NaaS se puede configurar en la nube, accediendo a ella desde cualquier sitio siempre y cuando se tenga conexión a Internet. Una peculiaridad que facilita la conexión de varias oficinas y recursos independientemente de dónde se encuentren en el mundo. La otra cara de la moneda es que esto hace que sea decisivo un control de acceso más fuerte. Lo ideal sería que los usuarios solo necesitaran una conexión a Internet y unas credenciales de acceso.
Tecnología más avanzada, segura y sostenible
Otro de los beneficios que concede el network as a service es el tener acceso a tecnología más avanzada. Al externalizar la infraestructura de red y consumirla como un servicio de pago por uso, el proveedor ofrece actualizaciones constantes por lo que ha compañía tiene acceso a las versiones más modernas. Además, la implementación más rápida de nuevas características ayuda a mejorar la seguridad para que la NaaS garantice que la red esté en buen estado, reduciendo el riesgo operativo al mantener a las organizaciones a salvo de vulnerabilidades provocadas por equipos o configuraciones obsoletas. A la vez que ayuda a las empresas a cumplir con sus objetivos de sostenibilidad.
Monitoreo y visibilidad
La red como servicio ofrece monitoreo proactivo de la red, capacidades sofisticadas de firewall y aplicación de políticas de seguridad en todo su entorno. Igualmente permite funciones avanzadas de firewall e inspección de paquetes. La combinación de estas tecnologías optimiza el proceso de observar lo que sucede dentro de la red corporativa, lo que le permite estar atento a la actividad anormal.
Ahorro de costes
El ahorro de costes se ha mencionado siempre como principal ventaja de los modelos as a service, sin embargo, como se ha podido comprobar esta propuesta no siempre es la más económica. Depende, pues, del proveedor. Sea como fuere, comprar servicios en la nube en lugar de crearlos suele suponer un ahorro de costes en tanto en cuanto se elimina esa necesidad de invertir en hardware, así como de tener que realizar cada cierto tiempo labores de mantenimiento costosas.
Sumario: NaaS ha democratizado el acceso a grandes infraestructuras de red sin necesidad de realizar grandes inversiones
Mejora de la seguridad
Unido a todo lo anterior, NaaS permite integrar mejor la red y su seguridad. Estas soluciones pueden ofrecer seguridad local y en la nube, lo que brinda varios beneficios como acelerar cualquier transición a una arquitectura de borde de servicio de acceso seguro (SASE), sin importar dónde o cuándo se deba implementar.
Relación entre NaaS y SASE
Existe una estrecha relación entre NaaS y SASE. No olvidemos que SASE responde a las siglas de Secure Access Service Edge, protección del perímetro de acceso, un término que hace referencia a la convergencia entre servicios de networking basados en redes definidas por software y servicios de seguridad en cloud.

SASE nació ante la complejidad de la nube, el requerimiento de estar conectado a redes y aplicaciones desde cualquier lugar, así como de tener que asegurar el acceso de los usuarios. Esto trae consigo un alto riesgo para las organizaciones que tienen la necesidad de fortalecer ese perímetro -desaparecido- de la red que envuelve todo y que supone la barrera entre lo externo y lo interno.
Diferencia hay entre NaaS, IaaS y SaaS
El as a Service entró de forma oficial en nuestras vidas desde hace unos cuantos años. Dentro de este paraguas de pago por uso o bajo demanda existen diferentes modalidades como SaaS, IaaS y NaaS, entre otras.
SaaS o software como servicio fue el debutante y hace alusión a cualquier aplicación de software suministrada a través de la nube como una oferta basada en suscripción. Abarca una gran variedad de aplicaciones online que se utilizan a diario en Internet.
Por otro lado, la infraestructura como servicio (IaaS) se refiere al uso as a service de cualquier componente de infraestructura de hardware y software de TI. Es una categoría global que puede abarcar todo el portfolio de infraestructura de TI, desde la computación hasta el almacenamiento y las redes.
Frente a SaaS e IaaS, la red como servicio (NaaS) es mucho más específica ya que se circunscribe directamente solo a la funcionalidad de conectividad de red. A hardware, software y servicios de red suministrados en un modo de nube. A veces, el término se amplía para incluir las operaciones cotidianas y la gestión de un entorno de red por parte de un tercero.
Aplicaciones y ejemplos de NaaS
Dentro del paraguas de Red como Servicio (NaaS) podemos diferenciar diferentes aplicaciones consumidas bajo suscripción:
SD-WAN (Software-Defined Wide Area Network)
SD-WAN es un servicio NaaS que permite a las empresas optimizar y gestionar sus redes de área amplia (WAN) de forma más eficiente. Proporciona conectividad entre sucursales, centros de datos y nubes públicas utilizando software para controlar la distribución del tráfico y optimizar el rendimiento de la red.
Routers virtuales
Estos enrutadores se ejecutan en la nube y permiten a las empresas gestionar su infraestructura de red de manera remota y escalable.
Firewall como Servicio (FWaaS)
Ofrece funcionalidad de firewall como un servicio basado en la nube. Permite a las empresas implementar y gestionar políticas de seguridad de red de forma centralizada.
Conectividad de nube pública
Algunos proveedores de servicios en la nube ofrecen servicios de conectividad NaaS para facilitar la conexión segura y confiable entre las redes locales de las empresas y sus recursos en la nube pública, como instancias de computación, bases de datos y almacenamiento.
Redes Privadas Virtuales (VPN) como Servicio
VPN como servicio es un ejemplo común de NaaS que permite a las empresas establecer conexiones seguras y encriptadas entre sus diferentes ubicaciones o entre empleados remotos y la red corporativa, utilizando infraestructura de red gestionada por un proveedor de servicios.
Gestión de Red como Servicio (NMS)
Algunos proveedores ofrecen servicios de gestión de red (Network Management System), como NaaS, que incluyen funciones como monitorización del rendimiento de la red, detección y resolución de problemas, gestión de configuraciones, y otras prestaciones, todo ello de forma remota y gestionada por el proveedor.
Desafíos, limitaciones y retos del NaaS
Aunque el network as a service aporta grandes ventajas a las organizaciones hoy en día, también conlleva una serie de limitaciones. Entre ellas cabe destacar la compatibilidad en tanto en cuanto puede que la infraestructura del proveedor de NaaS no sea compatible con los sistemas heredados que todavía están en funcionamiento en una compañía. Asimismo, otro escollo relacionado con éste es el que las aplicaciones y los procesos importantes de algunas empresas se ejecuten en data center locales, no en la nube, y eso dificulta la migración a NaaS.
Todo ello desemboca en grandes desafíos de integración y personalización. Integrar soluciones NaaS con sistemas y servicios existentes puede ser un desafío, especialmente en entornos complejos o altamente personalizados. La capacidad para personalizar servicios y la interoperabilidad con tecnologías existentes son consideraciones clave que pueden afectar la eficacia y la eficiencia de la solución de Network as a service adoptada.
A ello hay que sumar la dependencia del proveedor. Trasladarse a un servicio en la nube siempre introduce el riesgo de que una empresa se vuelva demasiado dependiente de ese proveedor y de todas las decisiones que tome, por ejemplo, subir los precios, fallos en sus sistemas, cumplimiento de normativa en materia de privacidad y protección de datos… Además, puede limitar la flexibilidad para cambiar de proveedor en el futuro y producirse un bloqueo, sobre todo si las soluciones NaaS no siguen estándares abiertos o ampliamente adoptados.
Y cómo no están las consideraciones de seguridad y privacidad. La externalización de la infraestructura de red a un tercero plantea preocupaciones legítimas sobre la seguridad y la privacidad de los datos. Las organizaciones deben evaluar cuidadosamente las prácticas de seguridad del proveedor de NaaS, incluida la encriptación de datos en tránsito y en reposo, y asegurarse de que cumplan con los estándares de cumplimiento normativo relevantes.
El futuro del NaaS
Debido a sus beneficios asociados, se augura un gran futuro para NaaS. Según un informe de Forrester, casi dos tercios de los líderes de TI ya han comenzado a cambiar a la red como servicio. De manera similar a como SaaS se ha vuelto popular, con muchas aplicaciones comerciales que se ejecutan en entornos de nube, NaaS está preparado para hacer lo mismo con las funciones de red. Es más, otro estudio desvela que el 95% de los profesionales de TI y redes reconocen la necesidad crítica de tecnologías como NaaS y redes multicloud, y el 84% planea invertir en ellas en el próximo año.
Sea como fuere, el mercado global NaaS se valoró en 8.848 millones de dólares en 2024 y se espera que alcance los 12.174 millones en 2025 y los 21.840 millones en 2033, registrando una tasa de crecimiento del 37,6%, según Global Growth Insights. La creciente adopción de servicios en la nube, iniciativas de transformación digital y la demanda de soluciones de redes escalables, seguras y eficientes en diversas industrias está animando la industria en Estados Unidos. Por otro lado, en Europa se registra un crecimiento significativo en su adopción siendo países como Alemania, Reino Unido y Francia los que lideran su avance. Como indica la consultora, el énfasis de la UE en las regulaciones de protección de datos, como el GDPR, ha incrementado la demanda de soluciones de red seguras. En este sentido, los proveedores de NaaS en el viejo continente se centran en ofrecer servicios que se adhieran a normas regulatorias estrictas, que atienden a sectores como finanzas, atención médica y gobierno.









