“A los niveles habituales de exposición no existe evidencia de una posible relación entre los campos electromagnéticos de radiofrecuencia y sus posibles efectos sobre la salud”, esta es la principal conclusión del Informe sobre Radiofrecuencias y Salud 2020-2022 realizado por el CCARS. Una comisión científica creada en 2005 en colaboración con la UCM y a la que se incorporó el COIT en 2016 para su gestión, “multidisciplinar en su composición e independiente que, entre sus funciones, realiza una revisión periódica de la literatura científica”, tal y como ha indicado su presidente Francisco Javier Lafuente.
El documento -presentado por Alberto Nájera, director científico del CCARS-, señala que los niveles actuales de radiofrecuencia están por debajo de las recomendaciones de seguridad. Asimismo, subraya que se deberían llevar a cabo metodologías sistemáticas y estandarizadas para las diferentes comunidades científicas y los distintos países, algo que, a día de hoy, no ocurre. Y sostiene que tanto estudios in vivo como in vitro que hacían un paralelismo entre ambas variables no permiten sacar conclusiones definitivas y que los estudios clínicos y epidemiológicos no aportan cambios relevantes respecto al anterior informe publicado en 2019. En otras palabras, que el posible vínculo entre radiofrecuencia y efectos en la salud no está demostrado.
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Objetivos y metodología del estudio
El reciente estudio se ha realizado con los objetivos de actualizar las evidencias científicas sobre radiografía y salud y aportar información científica de calidad, objetiva e independente que permite un uso seguro de las radiofrecuencias. Así como facilitar la toma de decisiones sobre radiofrecuencias basadas en las mejores evidencias científicas.
A tal fin, se ha llevado a cabo bajo la metodología PRISMA (Preferred Reporting Items for Systematic Reviews and Meta-Analyses) con más de 220 referencias bibliográficas y se realizándose -en palabras de Nájera- “un esfuerzo importante para objetivizar el proceso de selección y consulta de estudios”.
Informe sobre Radiofrecuencias y Salud 2020-2022 se ha estructurado en cinco apartados:
- Dosimetría y evolución de exposición personal
- Estudios experimentales in vivo e in vitro
- Estudios clínicos y epidemiológicos
- Revisión de los límites a la exposición, normas, trabajadores y recomendaciones
- Comunicación y percepción del riesgo.
El informe abarca tres años, desde 2020 hasta 2022, pero tiene un carácter periódico, actualizándose constantemente con nuevas informaciones validadas.
Apoyo del Ejecutivo al despliegue de redes móviles
El informe de 2023 ha sido presentado en la sede de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales, en Madrid, y ha contado con la presencia de Matías González Martín, secretario general de Telecomunicaciones, encargado de inaugurar el encuentro.
Durante su intervención, Matías ha recalcado la importancia de la elaboración de documentos de este tipo y la apuesta del Gobierno por el despliegue de 5G en todo el territorio.
Información científica veraz para luchar contra los bulos
Según ha expuesto Nájera, desde los años 90 se ha difundido en la sociedad la creencia de que las antenas de telefonía tenían efectos letales para la salud. Se han publicado informes cuyo rigor queda en entredicho, se han realizado campañas bastante agresivas en contra de estas instalaciones y de las redes 5G en particular… “Este es el ecosistema en el que trabajamos y el CCARS debe ser un faro que ha de mantener su independencia basada en la ciencia”. A lo que ha añadido: “Tratamos de aportar información científica veraz que sirva para la sociedad, pues estamos en un momento en el que los bulos vuelan”. Por eso es importante analizar cómo se lanza el mensaje y las condiciones de los destinatarios de tales informaciones.