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Hacia un futuro conectado: una hoja de ruta para lograr la adopción exitosa de redes autónomas



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Luis Manuel Díaz de Terán, vicepresidente y director de la división de telecomunicaciones de Capgemini Engineering

Publicado el 15 mar 2024



Luis Manuel Díaz de Terán, vicepresidente y director de la división de telecomunicaciones de Capgemini Engineering
Luis Manuel Díaz de Terán, vicepresidente y director de la división de telecomunicaciones de Capgemini Engineering

En la actualidad, el sector de las telecomunicaciones es líder en la utilización de la tecnología para buscar eficiencias en su modelo de negocio. Una de las áreas más importantes a la hora de reducir los costes operativos es la energética. De media, el consumo energético representa el 30% de los costes operativos de un operador. Este consumo energético corresponde en gran medida a la red de acceso radio, la cual representa el 60% del consumo energético total de una operadora de telecomunicaciones. Esta búsqueda de la sostenibilidad económica del modelo de negocio de los operadores está, además, potenciada gracias al beneficio que supone para el medio ambiente la reducción del consumo energético. En este sentido, la evolución hacia redes inteligentes y autónomas se presenta como una oportunidad significativa para mejorar la eficiencia energética y reducir el impacto ambiental, al tiempo que se optimiza el servicio al cliente.

La evolución hacia redes inteligentes y autónomas se presenta como una oportunidad significativa para mejorar la eficiencia energética y reducir el impacto ambiental

En el pasado, las redes de telecomunicaciones dependían principalmente de sistemas manuales, pero la integración de tecnologías como el aprendizaje automático (ML) y el análisis avanzado de datos han permitido una mayor automatización y autonomía en la toma de decisiones de estas redes. Sin embargo, la verdadera revolución se vislumbra con la llegada de las redes autónomas, capaces de autoconfigurarse, autogestionarse y autoprotegerse. Esta evolución es especialmente relevante dado el crecimiento exponencial de dispositivos conectados y el consecuente aumento en el volumen de datos, lo que ha vuelto demasiado compleja la gestión manual de las redes. Aquí es donde este tipo de redes representan una solución prometedora para mejorar la experiencia del cliente, optimizar los recursos de red y avanzar hacia la sostenibilidad.

La verdadera revolución se vislumbra con la llegada de las redes autónomas, capaces de autoconfigurarse, autogestionarse y autoprotegerse

A pesar de las ventajas evidentes, la adopción de redes autónomas enfrenta desafíos significativos, especialmente en términos de madurez tecnológica. Casi el 90% de las telcos españolas ha comenzado a explorar el potencial de la IA generativa. No obstante, estos avances se ven obstaculizados por varios factores, incluidos desafíos culturales y de integración de soluciones. En este sentido, el 67% de las empresas nacionales señala la integración de soluciones en diferentes capas empresariales y la falta de casos de negocio o ejemplos de implementación en los que basarse, como obstáculos clave en su camino hacia una mayor autonomía de la red. Estos datos revelan la complejidad del proceso de transformación y la necesidad de abordar estos desafíos de manera proactiva para alcanzar todo el potencial de este modelo revolucionario autónomo.

Además de los desafíos tecnológicos, las empresas del sector telco también se enfrentan a barreras organizativas en su camino hacia la adopción de redes autónomas. El cambio de un modelo operativo gestionado por operadores a uno completamente autónomo requiere de una reorganización significativa de procesos, sistemas y herramientas dentro de las organizaciones. Con el fin de lograr el objetivo esperado, es crucial superar estas barreras mediante una combinación de capacitación del personal, redefinición de roles y una comunicación clara sobre los beneficios y objetivos de esta transformación.

Por otro lado, la velocidad de adopción de las redes autónomas también depende en gran medida de la madurez tecnológica y la capacidad de integración de las plataformas existentes. Las empresas de telecomunicaciones deben abordar estos problemas de manera proactiva, asegurándose de tener una visión integral de su infraestructura tecnológica y adoptando un enfoque ágil para la implementación de nuevas soluciones.

En definitiva, para aprovechar al máximo el potencial de este modelo, las empresas de telecomunicaciones deben adoptar una estrategia integral que aborde varios aspectos clave. Desde establecer un marco sólido de negocio hasta capacitar a su personal en nuevas habilidades y optimizar la infraestructura tecnológica, cada paso es crucial en este viaje hacia la autonomía de la red. Las redes autónomas son la clave de la evolución sostenible de las redes de comunicaciones. Los principales operadores lo han visto claramente y hoy día están abordando esta transformación.  

Las redes autónomas no solo ofrecen beneficios en términos de eficiencia y reducción de costes, sino que también representan un paso significativo hacia un futuro más sostenible y conectado. De ahí que invertir en redes inteligentes no solo sea una decisión empresarial prudente sino que también es clave para reducir el impacto de las comunicaciones en nuestro planeta.

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